A raíz del ataque en el bar Los Cantaritos, la mañana del lunes iniciaron los retenes de forma aleatoria en diferentes puntos de la zona metropolitana de Querétaro (ZMQ), acción que anunció el presidente municipal, Felipe Macías.

El retén estuvo instalado en la carretera libre a Celaya, a cargo de la policía municipal de Corregidora y la Policía Estatal.

El alcalde anunció un programa de supervisión permanente en bares y centros de entretenimiento, retenes vehiculares y operativos de revisión aleatorios, así como la habilitación de canales de denuncia anónima para la población.

Además de este tipo de operativos en conjunto, las autoridades de la zona metropolitana y gobierno del estado acordaron homologar el cierre de bares, antros y restaurantes.

La colaboración, aseguran, será estrecha entre los presidentes municipales y el secretario de gobierno del estado, Carlos Alcaraz, para contener riesgos de inseguridad y establecer mano firme en las normas.

El secretario de gobierno municipal, Federico de los Cobos, recalcó que los operativos para revisar establecimientos serán permanentes y está conformado por diversas autoridades municipales y estatales que abarca Protección Civil, Dirección de Inspección, gobierno del estado, policía estatal, la guardia municipal, entre otros.

Cantinas, a favor de los acuerdos

Daniel Pérez Murillo, presidente de la asociación de cantinas tradicionales de Querétaro, afirma que están en total acuerdo con las medidas que quieren implementar las autoridades, como la revisión estricta a establecimientos foráneos.

“Estamos de acuerdo con las autoridades con todo lo que se va a implementar y creemos que en esta semana va a ser un termómetro para nosotros. Sabemos que se vienen las festividades de fin de año, porque para nosotros son fechas esperadas en los negocios, de recuperación y esperemos no nos afecte tan fuertemente”, puntualizó.

Lo anterior luego de una reunión entablada donde les explicaron que esta sería la primera acción a ejecutar, así como reforzar la seguridad privada en sus establecimientos y fortalecer los operativos hechos en restaurantes, cantinas y bares.

Reconoció que fue un hecho que generó incertidumbre como empresario, pero también como padre de familia y habitante de la capital queretana.

“Debemos entender que estos hechos deben de ser aislados, que esto no debe ser recurrente en el estado”, apuntó.

Esta semana, refirió, será un termómetro del impacto en la vida nocturna de Querétaro.

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