A manera de sumarse y demostrar solidaridad con el gremio a nivel nacional, en los pasados días algunos periodistas de Querétaro se negaron a realizar preguntas en una conferencia de prensa en la que estaban presentes para el partido Morena en la entidad. Fue una expresión del ánimo general de los grupos de periodistas en el país, pero también encontraron mucha crítica en sus acciones. ¿Qué se puede mencionar al respecto?
La situación nacional en torno a los periodistas no es algo que se pueda tomar a la ligera, al contrario, es un escenario obscuro, muy grave y delicado. Por ende, debe comentarse y concebirse con la misma responsabilidad pertinente que se le podría dar a otro tema igualmente sensible (o en esta administración federal, la misma que se le da cualquier otro tema banal que el mandatario elige como ineludible en sus conferencias mañaneras).
En la conferencia de prensa mencionada, encabezada por el líder morenista en Querétaro, Mauricio Ruiz Olaes, quien se desempeña como el delegado en funciones de presidente del Comité Estatal de Morena en la entidad, los periodistas asistentes expresaron su posición ante el agravio de la situación que atraviesa el gremio a nivel nacional.
¿Cuál es tal escenario?
Actualmente, México es uno de los espacios en donde más periodistas han sido asesinados en los últimos años, superando a países en donde hoy en día hay guerras o se han librado de manera reciente, como Siria, Afganistán, Yemen, etc. Resulta increíble que un escenario de esa naturaleza sea experimentado en nuestro territorio y de igual manera lo es que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, no le otorgue la importancia necesaria.
El número de periodistas asesinados en lo que va del año es impresionante, pero lo es más el total en lo que va del gobierno de López Obrador, que supera por mucho el alcanzado en las pasadas administraciones federales y aún no ha acabado. Entre varias razones de esta situación se encuentran la incapacidad de la 4T de solucionar el problema de la inseguridad nacional, pero otra muy crítica es la misma narrativa que el mandatario tabasqueño ha generado desde que asumió la presidencia.
Cada semana señala que la prensa es conservadora, neoliberal y prácticamente “enemiga del pueblo”. La palabra de López Obrador es muy poderosa y usarla para desacreditar a personas, disidentes, académicos, políticos, periodistas, etc., es no sólo deleznable, sino un riesgo para ellas, puesto que las vulnera contra posibles hostigamientos y ataques de la población en general.
Por ello, los periodistas que se manifestaron en la conferencia de prensa morenista en Querétaro hace unos días merecen nuestra total atención, solidaridad y comentarios responsables ante la situación que viven en el país y que el mismo presidente se niega a rectificar, a oír y asumir su parte de la responsabilidad.
Resulta muy preocupante que se les llame “chayoteros” cuando lo que hacen es su trabajo de informar a la gente y lo que hicieron fue expresarse pacíficamente ante la terrible situación que experimentan en el país. Genera una profunda consternación que a pesar de la evidencia de tal lamentable escenario se escuchen gritos de apoyo a López Obrador. Los reporteros merecen comentarios y atención responsable por parte de la ciudadanía y las autoridades.