Hace poco más de una década, tuve la oportunidad de llegar a radicar a este estado, al principio parecía un lugar donde la tranquilidad imperaba; sin embargo, era cuestión de tiempo para que la voz de la ciudadanía me fuera revelando la cruda realidad que se vive en Querétaro.

Desde hace varios sexenios, las autoridades locales se han negado a reconocer que nuestra entidad está muy distante a lo que buscan proyectar al exterior, la inseguridad es algo que se respira no sólo en los límites de la capital, sino en su zona centro y en prácticamente cualquier colonia, la ineficacia de aquellos cuya responsabilidad es velar por el bienestar social, ha sido el arma cómplice para los que con sus actos roban más allá de lo material.

Justo en materia de seguridad es donde se encuentra el “talón de Aquiles” de la actual administración, los resultados no reflejan lo mismo que las declaraciones que realizan los responsables de mantener el orden en Querétaro, para muestra basta revisar el discurso del no tan lejano 24 de enero del presente año, donde el titular del Poder Ejecutivo Estatal mencionaba que habría una inversión histórica de 4 mil  millones de pesos en seguridad, presupuesto que sería destinado al fortalecimiento de la infraestructura, de tecnología, equipamiento y desarrollo de capacidades. Lo desafortunado para  los queretanos, es que lo que hemos vivido este primer trimestre del año, dista mucho de un estado que tiene ese nivel y potencial de inversión en materia de seguridad, por el contrario, se asemeja a las realidades de estados vecinos, que pensábamos se encontraban distantes de nuestro día a día.

Desde ayer Querétaro ocupa nuevamente los titulares a nivel nacional, el feminicidio de Victoria Guadalupe, niña de 6 años de edad, cimbró a toda la ciudadanía y dejó en claro que la reacción por parte de las autoridades fue tardía e insuficiente una vez más.

La pregunta que  todos nosotros nos hacemos es ¿hasta cuándo este tipo de situaciones seguirán repitiéndose en nuestro Querétaro?, de qué sirven las encuestas que posicionan al gobernador Kuri en los primeros lugares si lo que vivimos día a día nos obliga a pensar que no hay estrategia para llevar a la entidad a buen puerto, urge que aquellos funcionarios públicos que se comprometieron a trabajar por nuestro estado se pongan las pilas y asuman sus responsabilidades, no es suficiente con cambiar a  miembros del gabinete, si los que entran al cargo carecen de las capacidades necesarias para garantizar un estado seguro.

Esperemos a ver si nuevamente el domingo, nos sorprenden con un mensaje desde el escritorio donde se supone se traza el camino para que a Querétaro le “vaya bien”, esperemos que la justicia llegue para todas las víctimas de feminicidio cuyos casos han recibido largas y carpetazos, esperemos que los “chivos expiatorios” abandonen las cárceles donde se encuentran por un delito que no cometieron, esperemos que de una vez por todas se pongan a trabajar, y si no pueden que se vayan todos.

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