El pasado 22 de febrero, en la Parroquia de San Pedro y San Pablo de Cadereyta de Montes, Querétaro, fue sustraído el copón que contenía el Santísimo Sacramento. El incidente fue calificado por la iglesia como "un acto sacrílego contra el mayor tesoro de los católicos: La Santísima Eucaristía".
El obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, dio a conocer públicamente el hecho mediante un comunicado emitido por la Diócesis de Querétaro.
"Por desgracia este tipo de conductas reproblables están siendo más frecuentes en nuestra Diócesis, esto es un reflejo de una sociedad cada vez más secularizada y de la profunda descomposición del orden social en nuestro país", se lee en el mismo comunicado que firma el obispo.
José Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, explicó que se hizo la debida denuncia civil; pero destacó que en hechos similares, de dichas denuncias, "no se ha encontrado ningún responsable".
El obispo pidió a los responsables de velar por la seguridad y cuidado del Sagrario en las iglesias, templos y oratorios, redoblar su esfuerzo por el cuidado y vigilancia del Santísimo Sacramento, "con el fin de evitar más actos como este".