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Debe haber una sanción hacia los policías que intimidaron a la prensa el sábado pasado durante la cobertura de un homicidio en la Central de Abastos; sin embargo, también debe haberla contra los mandos que ordenaron a los agentes interceptar reporteros y borrar el contenido de los celulares, señaló el reportero Enrique de León, tras presentar la denuncia ante el Órgano Interno de Control de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Cómo recordó el periodista, el sábado pasado al menos 5 policías municipales y un elemento de la Fiscalía General del estado (FGE) lo rodearon, mientras realizaba la cobertura de un homicidio en la Central de Abastos de Querétaro, le quitaron el celular y lo obligaron, bajo intimidaciones, a desbloquear el aparato para borrar el contenido de la cobertura.
“Me decía que no podía grabar, pero quienes cubrimos nota roja sabemos que eso no es real, tenemos el derecho de hacer el registro detrás de la cinta amarilla y no es posible que la policía y la fiscalía revisen el contenido personal de mi celular y de la empresa”, señaló el reportero quien trabaja en cuatro medios de comunicación.
De León solicitó que se ofrezcan las garantías para realizar el trabajo periodístico sin intimidaciones y recordó que el año pasado hubo al menos seis agresiones en contra la prensa, tres de las cuales estuvieron relacionadas con la Policía Estatal (POES) y las policías municipales de El Marqués y Corregidora.
“Ahorita no he tenido contacto más que con una funcionaria y no ha habido contacto con el alcalde y solo se puso en contacto conmigo el equipo de Comunicación Social. No hay ni una disculpa, ni un reconocimiento de la gravedad del hecho. Es una violación a la libertad de prensa”, señaló el comunicador.
Por su parte, el Colectivo de Periodistas en Activo mostró su respaldo al reportero a través de un comunicado donde exigieron una investigación exhaustiva y que se emitan las sanciones correspondientes.
“La actuación de los agentes municipales y de seguridad privada, quienes coaccionaron, intimidaron y censuraron a nuestro colega, refleja un preocupante patrón de hostigamiento hacia los profesionales de la prensa en Querétaro, pues esta agresión se suma a una serie de actos de violencia perpetradas sistemáticamente a la prensa local”, versa el comunicado.
Por ahora, el gobierno municipal no ha realizado ninguna declaración pública, pese a las numerosas solicitudes de entrevista con algún funcionario del Ayuntamiento, peticiones que fueron realizadas desde el domingo por varios colegas de la prensa local.