Cuauhtémoc Galindo Cordero, el mesero acusado por la Fiscalía de Querétaro de cometer apología del delito en el estadio Corregidora, salió de la cárcel y se encuentra libre de delito alguno.
En una rueda de prensa, celebrada en las instalaciones del Senado, el joven aficionado a Gallos Blancos narró su "calvario", tras ser involucrado en la jornada de violencia ocurrida el pasado 5 de marzo, en el juego entre Atlas y el Club Querétaro.
"Me llamo Cuauhtémoc Galindo Cordero, tengo 29 años, soy mesero y el gobernador me usó como chivo expiatorio para dar la idea de que en Querétaro iba a hacer justicia por todo lo que pasó en el estadio Corregidora", dijo frente a los medios de comunicación.
El joven señaló que, el 5 de marzo, acudió a trabajar a una boda, a 15 kilómetros del estadio Corregidora, pero que su error habría sido acudir a la Fiscalía para denunciar amenazas de muerte para él y para su familia.
"Porque antes de irme a trabajar a la boda, publiqué en Facebook un himno del equipo Gallos Blancos. Acudí a la Fiscalía a buscar seguridad y me di cuenta que de quien debemos cuidarnos, como ciudadanos, es del gobierno de Querétaro", señaló.
Durante la rueda de prensa, Cuauhtémoc Galindo narró cómo fue su detención:
"Me encontraba en mi casa, tumbaron mi puerta. Llegaron con lujo de violencia, llegaron a golpearme... pensé que eran narcos o la gente que me había amenazado. Para mi sorpresa fue la policía estatal, la Fiscalía y los medios de comunicación que estaban grabando como me estaban cateando y cómo me detenían...
"En mi casa, me dijeron que estaban ahí porque tenían pruebas de que yo había ido al estadio Corregidora y que había golpeado. Encañonaron a mi niña de 4 años de edad. Golpearon a mi hermano, me golpearon. Ahí empezó mi calvario. Me llevaron a la Fiscalía. Nos fotografiaron y nos exhibieron", sentencia.
Asimismo, relató que la Fiscalía cambió la acusación en su contra y se hizo de diferentes argumentos para mantenerlo preso:
"Cuando la Fiscalía se dio cuenta que cometió un error, cambió su acusación por apología. La Fiscalía se valió de mentiras para llevarme preso; dijo que yo era un peligro para la sociedad porque tenía antecedentes penales y no es cierto. No es cierto, no tengo antecedentes penales.
"La Fiscalía pidió mantenerme preso argumentando que no tenía un domicilio fijo cuando he vivido 29 años en Querétaro. En la cárcel, me golpearon; de eso es testigo el personal médico.
"Las autoridades me mantuvieron incomunicados, me racionaban de comida y hasta me cambiaron de penal para que mi familia no pudiera visitarme. La Fiscalía me pidió que renunciara a mis amparos con la amenaza de que podría quedar hasta tres años en la cárcel. La pasé muy mal, pensé en quitarme la vida", agregó.
En la rueda de prensa, estuvo acompañado por el senador Gilberto Herrera quien denunció las posibles fallas en los procesos penales que se siguen en Querétaro, así como los errores del gobierno estatal para evitar la violencia en el juego de Atlas vs Gallos Blancos.