La prevalencia de prácticas religiosas y espirituales como el chamanismo y la hechicería o inclusive, creencias más institucionales como el catolicismo, puede entenderse como una forma en la que las comunidades buscan resolver sus problemas, consideró Efraín Mendoza, sociólogo de la UAQ, quien advirtió que estas prácticas deben ser analizadas con mucha delicadeza y respeto.
El también maestro en Historia por la UAQ señaló que pese a la gran apuesta en las sociedades modernas de explicar el mundo a través de una visión racional, debido a la complejidad de la vida contemporánea y el colapso de las instituciones sociales, prevalecen este tipo de prácticas espirituales.
“La religión ayuda a vivir y esto lo dice uno de los clásicos de la sociología y de tal forma, que la gente a lo largo de su existencia va buscando respuestas a sus necesidades, sus problemas y donde los encuentra, se asienta”, refirió.
Mendoza refirió que las prácticas religiosas o espirituales están en todos los estratos sociales, sin importar la formación académica o sector económico.
“No necesariamente a mayor formación científica o académica corresponde una visión del mundo racional, también hay universitarios, hay personas con posgrados que tienen entre sus prácticas este recurso. Desde luego en los sectores excluidos del desarrollo también los hay, en ambientes de toma de decisiones encontramos personas, políticos, que recurren a estos procedimientos. De tal forma, que es transversa, atraviesa todos los segmentos de la sociedad”, dijo.
Explicó que Querétaro, al estar ubicado en el centro de la república y en el eje geográfico donde tuvo mayor fuerza el proceso de evangelización durante la Colonia que permite que florezca el pensamiento religioso o mágico en la sociedad.
Me parece que habría que visualizar con mucha delicadeza, incluso con respeto muchas prácticas, sobretodo, las populares”, puntualizó el académico.