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En tres meses, el abigeato ha disminuido alrededor de 60% en el estado, según datos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea).
El titular de esta dependencia, Tonatiuh Cervantes Curiel, expresó que esto se ha logrado con la colocación de aretes de identificación, además del endurecimiento de las penas a quienes roban animales.
De acuerdo con la reforma al Código Penal, el abigeato se pena con hasta seis años de prisión y el pago de una multa de 500 días de Unidades de Medida y Actualización (UMA).
La reforma se hizo luego de los robos de 2016, que significaron 50 millones de pesos perdidos.
El año pasado, explicó el funcionario, tenían un rezago en la colocación de 92 mil aretes y lograron entregar 42 mil, estrategia que ha ayudado a disminuir los robos en más de la mitad; esta acción podrá retomarse luego de la temporada de lluvias.
“Es difícil [la colocación] porque el ganado está en agostaderos y tenemos que esperar a que regresen a los corrales para poder aretar, es una campaña permanente y esperamos concluir con 50 mil aretes adicionales […] El reporte es de un 60% de disminución de los casos [de robo]”, dijo Cervantes Curiel.
El programa de aretado se realiza con la gestión de la Unión Ganadera Regional de Querétaro (UGRQ), que es la agrupación responsable de la ventanilla para el sistema de identificación del ganado.
De acuerdo con datos de la UGRQ, en el estado hay más de 10 mil productores dedicados a la ganadería y cerca de la tercera parte están aglutinados en la asociación.
Los principales municipios afectados con el robo de ganado, hasta antes de la reforma, eran Colón, Pedro Escobedo y Tequisquiapan.
Afectaciones.
Respecto a las contingencias climatológicas, el secretario de Desarrollo Agropecuario reportó que dos invernaderos fueron afectados en los municipios de San Juan del Río y Amealco, luego de la presencia de granizadas.
En semanas anteriores, el municipio de San Joaquín también registró problemas con las precipitaciones; sin embargo, informó que no se ha culminado el análisis para determinar el grado de afectación que se registró, principalmente en los huertos de manzana.
Para enfrentar estas problemáticas se cuenta con una inversión de 57 millones de pesos, para el aseguramiento de 157 mil hectáreas de sembradíos. El año pasado, las afectaciones alcanzaron las 435 hectáreas.
“Tenemos el reporte de afectación en dos invernaderos que tuvimos por efecto de granizada y estamos en espera de que San Joaquín determine la afectación”, refirió.
El seguro consiste en la entrega de nuevas semillas, para volver a sembrar y lograr recuperar la producción afectada por los fenómenos climáticas, que pueden ser desde lluvias, sequías o heladas.