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Javier Bosque Urquiza, ex socio del presidente nacional del PAN Ricardo Anaya Cortés, recobró su libertad, tras haber estado preso cerca de siete años en el penal de San José El Alto en la ciudad de Querétaro, donde fue procesado por fraude.
En 2009, Bosque Urquiza convenció a empresarios y políticos queretanos para invertir en su empresa, el Grupo Integral Boss, unos estudios de grabación ubicados en el Centro Histórico de Querétaro, que fueron inaugurados el 13 junio de 2009 por el entonces presidente, Felipe Calderón Hinojosa.
Entre la red de socios que invirtieron en Grupo Boss, informó a finales de abril de 2012 Bosque Urquiza, se encuentra el presidente del Partido Acción Nacional, el queretano Ricardo Anaya Cortés.
En la citada fecha, acusó que Anaya Cortés cuando se desempeñaba como secretario particular del ex gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón (2003-2009), aportó ocho millones de pesos para participar como inversionista de Grupo Boss.
Anaya reconoció el cuatro de mayo del 2012 que sí participo en la sociedad de Bosque Urquiza, pero no aportó ocho millones de pesos sino la cantidad de 800 mil pesos, los cuales aseguró, ya había recuperado.
“Recuperar mi inversión fue más que complicado, me pagó meses después (Javier Bosque), quedó saldado su adeudo conmigo de lo que invertí, yo invertí 800 mil pesos de mi dinero, no entregue un peso en efectivo y mi actuación está completamente apegada a la ley”, detalló el dirigente panista durante una conferencia de prensa que ofreció el día mencionado en la capital queretana.
Anaya aseguró que los recursos invertidos en dicha sociedad son producto de su trabajo, pues refirió que durante el periodo que ocupó un cargo en el gobierno del estado de Querétaro percibía un salario mensual que rebasaba los 100 mil pesos: “yo pido que se investigue a todos aquellos que también invirtieron con Javier Bosque y que fueron engañados como lo fui yo”.
Ayer la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado, Consuelo Rosillo Garfias, confirmó que Bosque Urquiza fue puesto en libertad debido a que una juez determinó que no existen suficientes elementos para considerarlo responsable de fraude maquinado sino de fraude genérico.
Además que durante el proceso que tuvo el imputado en prisión, existieron varios perdones respecto a las denuncias que en su momento interpusieron cada uno de los ofendidos.
Señaló que pese a la determinación de la juez, todavía existen amparos interpuestos por algunos ofendidos que no otorgaron el perdón, que se desahogarán posteriormente, y que se originaron por inconformidades de la parte ofendida.
“La causa no queda archivada porque seguimos esperando la resolución de los jueces federales que conocen de algunas inconformidades en el caso… existen algunos amparos pendientes por resolver, la causa queda abierta por estos amparos, sin embargo no puede permanecer privado de su libertad”, afirmó.
A los socios de Grupo Boss se les decía que obtendrían ganancias equivalentes al 14% de lo invertido, de manera quincenal, porcentaje que nadie más en el mercado financiero podía igualar, según reveló quien se desempeñaba en aquel entonces como procurador general de justicia, Arsenio Durán Becerra.
El 2 de noviembre de 2010, Bosque Urquiza envío un correo electrónico a sus socios, para avisarles que el dinero invertido se perdió, debido a que había sido engañado por un tercero con quien realizaba negocios.
A finales de noviembre de ese año, para hacer frente a las acusaciones en su contra, Bosque Urquiza se entregó a la Procuraduría General de Justicia de Querétaro, la cual estimó en su momento que había alrededor de 100 afectados y el fraude se calculó en 200 millones de pesos.