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Para los comerciantes de flores que venden fuera del Panteón Municipal de Querétaro, la venta “ha estado floja”, ya que reconocen que no hay tanta gente y sus ventas no han sido como en años pasados. Explican que esperan que hoy, al ser 2 de noviembre, llegue más gente, pues invirtieron grandes cantidades para adquirir flores y, en caso de no venderlas, será dinero perdido.
“Creo que el año pasado se vendió más. Esperamos que para hoy lleguen más visitantes y compren flores, porque sino se nos quedan y pues no las podemos guardar. El dos (de noviembre) es el día bueno”, declaró Nicolás Morales, quien trabaja en una florería que vende por mayoreo principalmente, aunque por las fechas, también venden ramos de flor de cempasúchil.
Mientras que en 2016 cerca de 150 mil personas visitaron los panteones municipales tan sólo en los primeros días de noviembre, para este año se esperan 151 mil personas, informó Diego Vega Urquiza, director de Mantenimiento e Infraestructura del municipio.
A las 11 de la mañana, poco menos de 3 mil 800 personas habían visitado a sus familiares muertos y enterrados en alguno de los ocho panteones que en la capital queretana existen.
En total, mil 248 acudieron al panteón de la colonia Cimatario, 714 a San Pedro, 147 a Hércules, 590 a Mompaní, 678 a Santa Rosa Jáuregui, 74 a Buenavista, 267 a El Jofrito y 49 a Pinto.
El funcionario resaltó que en los panteones se realizan constantes operativos policíacos, sin embargo, durante la festividad prevalecía saldo blanco.
Poca gente, mucha música. Aunque el panteón no estaba tan lleno como en años anteriores, las cargas de flores que iban y venían no dejaban de circular por todos los caminos. Mujeres y hombres, principalmente de la tercera edad visitaban a sus familiares en el día que los mexicanos dedican a recordar a sus seres queridos que se han adelantado del mundo terrenal.
La música fue uno de los elementos principales en el panteón de Cimatario; mariachis, cantantes, guitarristas y coros improvisados por los visitantes sonaban por todo el lugar. Algunos acompañados de risas y carcajadas, y otros con lágrimas y tristeza; los queretanos no suelen faltar a esta cita tan importante.
