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Luego de tres días de actividades, llegó a su fin del primer Encuentro Nacional del Frente Nacional Feminista, cuyas conclusiones y pronunciamiento fueron encabezadas por el rechazo a las amenazas que ha recibido Aleida Quintana, del Grupo T’ek’ei.
La activista recordó que desde 2015 ingresó al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas desde y, a pesar de contar con escoltas de manera permanente, prevalecen las amenazas en su contra.
Además denuncio que existe negligencia por parte de servidores públicos: “A la par, volvió a aparecer un hombre que me seguía desde 2014. Lo denuncio formalmente. La Fiscalía no hizo nada, lo manda traer, pero no lo detiene. No hay ningún tipo de avances en los tres casos que he denunciado: uno en la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos, otra la queja en Derechos Humanos y la anterior demanda en la fiscalía por un amenaza de secuestro”.
Señaló que a nivel estatal no ha recibido ningún tipo de protección, aunque hubo una orden por parte del mecanismo de protección a las autoridades del estado.
“Me citó el director de la Policía Estatal. Me recibe el subdirector y me dice que yo tenía la culpa de las agresiones que estaba viviendo porque era fiestera y porque salía de noche. Esa fue la respuesta que recibí del subdirector de la Policía Estatal y que me invitaba a cambiar mi rutina. Cuando esa persona no me conoce, cuando me está juzgando por mi condición de género, por mi condición de edad y no estaba tomado en cuenta las agresiones que estaba sufriendo por parte del gobierno del estado”, enfatizó.
Agregó que le parece muy grave la respuesta que ha recibido de las autoridades estatales.
La activista advirtió que hay una campaña de difamación en su contra, en donde la descalifican por ser paranoica, esquizofrénica, por querer crear un ambiente de miedo en la sociedad, cuando lo único que hace es divulgar los datos que ella tiene.
Adelantó que llevará esta situación a instancias a nivel federal, porque en el estado hay impunidad; al tiempo que recordó que en tres ocasiones ha dejado Querétaro y se ha trasladado a otras entidades por su seguridad.
“Ahora, el plan es seguir exigiendo justicia, que detengan y haya sanciones reales a los agresores, desde 2013, en contra de mi persona, en contra de mi familia, que se repare de forma integral el daño, porque me he vistos forzada en varias ocasiones en dejar el estado, para salvaguardar mi integridad física”, aseveró Aleida Quintana.
Durante el evento, la activista Lourdes García Acevedo leyó el pronunciamiento final de la primera reunión nacional del frente.
Ante las activistas reunidas en el Centro Cultural Manuel Gómez Morín, demandó justicia en el caso de asesinato de la periodista chihuahuense Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada, así como en los diversos casos de mujeres comunicadoras y defensoras de Derechos Humanos que han quedado impunes.
En el mensaje exigieron al estado que realice acciones que garantice la vida de quienes se desarrollan en estos dos ámbitos.
Las activistas también solicitaron que no quede impune el caso de Aleida Quintana, defensora de Derechos Humanos de Querétaro.
Además, pidieron que el sistema de justicia en México no sea cómplice de la violencia en contra de las mujeres, exigiendo justicia para Daphne y encarcelamiento al juez José Arquímedes Gregorio Loranca Luna, por la transgresión de los principios elementales de la administración de justicia, al juzgar bajo valores personales y por ejercer violencia de estado a las víctimas.
Ante la violación a los derechos humanos de las mujeres, los feminicidios, la violencia obstétrica y política, el incumplimiento de las alertas de violencia de género en varios estados, el capitalismo neoliberal que se traduce en opresión, explotación y dominación para la mayoría de mujeres y hombres y un estado hostil a la vida y a la dignidad de las mujeres, García Acevedo llamó a las feministas a articularse a nivel local, estatal y nacional.
Finalmente, las presentes solicitaron que el estado revierta los efectos nocivos del modelo neoliberal y capitalista que atenta contra la sostenibilidad de la vida, así como respeto para que el ejercicio paritario de los derechos políticos no represente una forma más de violencia.