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Ambientalistas queretanos denunciaron a directivos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) por la posible contaminación en 61.3 hectáreas de suelo agrícola en el municipio de Pedro Escobedo.
Carlos Álvarez Flores, presidente de la asociación México, Comunicación y Ambiente (MCA) informó que detectaron mal manejo de excremento de al menos 200 vacas lecheras, lo que provoca contaminación en la zona.
La denuncia formal ante la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano se presentó el 20 de marzo en contra del director general del campus Querétaro del Tec, Salvador Coutiño Audiffred y al responsable de la operación del Campo Agropecuario Experimental Gonzalo Río Arronte en Pedro Escobedo, José Edgardo Pérez Hermosillo.
“Nadie debe violar la ley y cientos de toneladas de excremento están tiradas contaminando el suelo, subsuelo y cuerpos de agua, hay violaciones a los artículos 29 y 25 de la Ley Estatal de Residuos; es una lástima por los alumnos de agronomía y veterinaria, es un pésimo el ejemplo que tienen”, consideró.
En la denuncia también pidió que las autoridades estatales den vista del caso a la Procuraduría General de la República (PGR), recordó que las penas estipuladas en las leyes vigentes para el estado de Querétaro implican penas que van de uno a nueve años de prisión y una multa de entre 300 y 3 mil días.
Álvarez Flores también pidió a la Secretaría de Salud del estado atender el caso, pues es posible que los habitantes de la zona están siendo afectados.
Infracciones.
De acuerdo con la demanda que presentan, se está contaminando el suelo, el subsuelo, cuerpos de agua, pozos de agua y acuíferos superficiales por violación a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos y la Ley para la Prevención y Gestión Integral de Residuos del estado de Querétaro.
Carlos Álvarez recordó que el complejo del Centro Agropecuario cuenta con un predio de 61.3 hectáreas, está ubicado en el kilómetro 188.8 de la carretera 57. “Cuenta con dos áreas: la pecuaria que tiene aproximadamente 200 cabezas de ganado bovino y 250 ejemplares de ovino, y el área vegetal que tiene un invernadero en donde producen tomate y pimiento morrón”, dijo.
Impacto ambiental.
En febrero pasado, expuso, fotografiaron el complejo en donde se ven los residuos fecales “simplemente tirados”, son grandes volúmenes que se mezclan con agua a cielo abierto.
“El doctor Salvador Coutiño y el doctor José Edgardo Pérez son los únicos responsables de todos los daños e impactos al ambiente generados por los lixiviados, contaminando el suelo y el subsuelo del sitio y probablemente al acuífero superficial de la zona y seguramente a predios aledaños a éste”, expresó.
Además de la contaminación organoléptica y las emisiones de gases de efecto invernadero, como son el metano y el CO2 (dióxido de carbono) que se generan a través del biogás “que diariamente emite este tiradero de residuos orgánicos, del excremento de los animales que tienen en este campus”.