Derivado del incremento en el precio de la gasolina y el diésel, entre 50 y 60 chóferes de Uber se concentraron en las oficinas de la empresa y del Congreso Local para demostrar su inconformidad ante la medida federal aplicada desde el 1 de enero.
Los afectados refirieron que la tarifa mínima debe ser incrementada al menos de 35 a 40 pesos por viaje y homologada a los precios de otras ciudades, en vista de que no es redituable con los nuevos costos del hidrocarburo, que representan, en promedio, aumentos de 20% con respecto a 2016.
De acuerdo con Miguel Fuentes Zavala, chófer y socio de la empresa, algunas de las exigencias en esta manifestación se centraron en el aumento a la tarifa mínima y en que Uber reduzca la comisión para los conductores, quienes deben pagar un 25% del total de su ganancia.
A decir de Fuentes, en promedio el costo por viaje es de 20 a 40 pesos, no obstante, debido a la poca cantidad de dinero que representa, los chóferes deben realizar entre 18 y 20 servicios para sacar un promedio de 800 pesos al día, al mantenerse entre 12 y 13 horas manejando.
Señaló que con el aumento en el precio del combustible, estos ingresos se ven afectados considerablemente, pues la cantidad de recurso destinado para el pago de la gasolina incrementó de 2 mil 400 por semana hasta 3 mil 200 aproximadamente.
“Uber no nos dice nada. No nos contesta y la forma de comunicarse con ellos es por correo. Nos dicen que están preocupados y nada más, que les mandemos un estimado de en cuánto está la gasolina en nuestra zona y que posiblemente tomarán acciones.
“También prometió que cuando se empezará a saturar el mercado iba a dejar de meter conductores; pero no lo ha hecho, sigue metiendo conductores, al grado que estamos alrededor de dos horas manejando y sólo tenemos un viaje. No es negocio ya”, recalcó.
Caravana. En punto de las 10 de la mañana, los chóferes se aglutinaron en el estacionamiento de la plaza comercial Chedraui en Centro Sur, para trazar el itinerario de la caravana, que se realizó en forma de protesta.
Una fila de al menos 30 vehículos se dirigió al Congreso del Estado, ubicado a algunos metros de distancia. Sonidos de claxon, chiflidos y gritos se escucharon durante el trayecto por parte de los conductores resguardados por la policía municipal.
Finalmente la caravana concluyó en las oficinas de la empresa cercanas a Plaza Las Américas.
“Vamos a seguir haciendo acciones para que el gobierno nos escuche. La situación del país no puede seguir con estos aumentos de gasolina (…) la tarifa es baja y no es negocio para nosotros. Esto es una acción en contra de Uber y del gobierno, porque las tarifas no son redituables para nosotros”, puntualizó el trabajador.
Zavala dijo que aún no han tomado una decisión sobre las acciones que se realizarán en vista de los incrementos, no obstante, algunos de los chóferes advirtieron a EL UNIVERSAL Querétaro que podrían migrar a otras aplicaciones ó inclusive no aceptar los viajes que representen una pequeña cantidad de dinero.