“No necesitamos a un Spiderman negro, necesitamos a los superhéroes que están dentro de sus cabezas”, dijo el rapero estadounidense y ahora editor historietista DMC, Darryl McDaniels, durante la presentación de su cómic homónimo en la Conque 2017.

El músico, pionero del género del hip hop, criado en Queens, Nueva York, afirmó que los cómics pueden ser un instrumento de empoderamiento y manifestó que la diversidad de razas en los personajes debe ser de forma orgánica y no sólo para ganar dinero.

Apenas apareció en el escenario del Teatro Metropolitano, DMC despertó gritos y barullo entre el público que acudió a su conferencia, que impartió totalmente en inglés.

“Antes de la música, antes del hip hop, toda mi existencia eran los cómics”, manifestó el músico.

Compartió que siendo niño y adolescente todo era leer a Batman, Superman, Flash, Green Lantern, a la Liga de la Justicia, Capitán América y Spiderman; de ellos aprendía, señaló, más que de los libros escolares.

“Por ejemplo, en la escuela aprendes sobre la revolución, los presidentes y a mí me enseñaron sobre la II Guerra Mundial, eso estaba en un libro… pero Capitán América ¡me llevó ahí, me puso en el campo de batalla, peleando contra los nazis y los alemanes!. Era real y pasaba en mi cabeza, y lo que pasa en tu cabeza es real”, expresó.

La vida del niño Darryl no fue fácil, platicó, pues por usar grandes anteojos y acudir a una escuela católica, era bulleado por chicos de su vecindario

“Todos los chicos malos que iban a la escuela pública me robaban mi dinero, mis tenis, me rompían los lentes […] mi vida como niño era miserable. Era feliz cuando estaba haciendo mis tareas, odiaba salir al vecindario. Cuando estaba en mi casa tenia mis cómics, ellos me educaron, me hicieron sentí invencible; no tenía idea de que el universo tenía otro destino para mí”.

En esa época dura de su infancia, Darryl recordó haber sentirse identificado con las historias de Stan Lee, con héroes viviendo en Nueva York.

“Me daba una lección de geografía de mi propia ciudad. Los héroes estaban en Hell’s Kitchen, en el Empire State, en el subway, todos los superhéroes de Marvel vivían en Nueva York, donde yo vivía, vivían en Queens como yo. Era algo real para mí”, refirió.

De repente, para DMC se abrió el mundo del rap y el hip hop, y el cómic salió del papel y entró en la vida real. Tenía el mismo poder y explosión de color que el arte de los cómics. Los superhéroes cobraron vida. Él mismo, dijo, se sentía un superhéroe con doble personalidad: por un lado estaba “el nerd” Darryl y, por el otro, el rey del micrófono DMC.

“Por los cómics yo fui capaz de no sólo de ser un rapero sino ser de los más grandes y, en todo lado, me llamaban el rey. Mi cómic salió hace tres año; al principio no quería publicar nada porque los geeks nos tomamos muy en serio los nuevos lanzamientos, pero me dijeron, a través del cómic puedes inspirar, motivar y educar a la gente, y dije: ¡Estoy dentro!”, comentó.

Entonces, surgió la marca Darryl Makes Comics (DMC).

“Nuestros libros son una celebración de lo que hace cool a los cómics. Sigo adelante, no lo hago para tener dinero, lo hago porque mi primer amor en la vida son los cómics”, agregó.

En cuanto a la reciente “estrategia de integración interracial”, apuntó: “No me gusta la diversidad, cuando es por dinero. Cuando es orgánico sí. El segundo superhéroes que hice, por ejemplo, es una chica latina de 16 años, porque estas características fueron las que necesitaba el personaje. No creo que necesitemos un Thor afroamericano, una Gatúbela afroamericana, mejor haz un nuevo personaje. Creo que la diversidad está yendo en la dirección equivocada. No necesitamos una mujer Thor, necesitamos a los superhéroes que están en sus mentes. Quiero que le enseñen al mundo, la clase de superhéroe que ustedes son”.

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