En conmemoración por el centenario de la Constitución de 1917, el Palacio Nacional de la Ciudad de México exhibe desde ayer, 5 de febrero, los documentos originales de la Carta Magna, el Acta de Independencia, los Sentimientos de la Nación y las constituciones de 1814, 1824 y 1857.
Los documentos, originalmente resguardados en el Archivo General de la Nación, se alojarán en Palacio Nacional junto con otros textos históricos de diferentes acervos hasta el 17 de septiembre. El gobierno federal, en conjunto con las instituciones culturales del país, tendrán una serie de actividades en torno a la celebración.
Para José María Serna de la Garza, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la Constitución sentó las bases de la construcción del México moderno; de una sociedad agrícola-rural a una época moderna de desarrollo.
Dentro de las acciones por el centenario, se han empezado a elaborar traducciones de la Constitución a algunas de las principales lenguas indígenas del país, como el náhuatl, zapoteco, mixteco y maya.
La Carta Magna, aprobada por los diputados del Congreso Constituyente reunidos en Querétaro en 1916-1917, fue la más avanzada de su tiempo, al incluir los derechos sociales.
En ella, quedaron plasmadas las principales demandas de la Revolución, fue la base jurídica para el desarrollo de México en el siglo XX e inspiró a muchas otras legislaciones que la tomaron como modelo.
La Constitución es un texto vivo, que ha servido como eje para las transformaciones del país y se ha transformado para adecuarse a la nueva realidad.
En el siglo transcurrido desde su promulgación, ha sido reformada en 699 ocasiones y el número de palabras pasó de 22 mil a 65 mil 861, como se lee en el sitio oficial que se abrió con motivo del centenario: www.constitucion1917.gob.mx.