Sergio Aragonés era un asiduo visitante de Querétaro, cuando vivía en México; el monero venía con su familia a vacacionar y recuerda a la ciudad como pequeña pero muy bella. “Ahora, estoy completamente apantallado de la grandeza de la ciudad”, dice.

En una breve charla con EL UNIVERSAL Querétaro, el artista de origen español dijo que a las nuevas generaciones se les conquista con la calidad y el buen humor.

“La ventaja que tengo es que en MAD llevo 45 años, así que me llegan abuelos, papás, hijos; entonces, hay un sistema de comunicación muy bonito, no importa el cambio de edades. Para conquistar a las nuevas generaciones lo que hay que hacer es no bajar la calidad del trabajo, no teniendo en cuenta que son más jóvenes, quitando la condescendencia puedo lograr que a un niño le guste mi trabajo, porque no lo estoy tratando como niño, lo estoy tratando como adulto, porque no importa la edad, el humor es el humor; tampoco las fronteras, se puede publicar en cualquier idioma y funciona igual”.

En su mesa de autógrafos, donde lo anunciaban como una leyenda del cómic, aunque el mismo se dice sencillamente monero y artista del humor, se congregaron seguidores con libros y revistas para llevarse un recuerdo a casa y contarle a los amigos y familiares que estuvieron con él.

Para muchos, incluso ilustradores ya reconocidos, las actividades de Sergio las agendaron como imperdibles; a su vez, los puntos imperdibles de Aragonés eran conocer a sus nuevos seguidores.

“Vine a la Conque a ver a los amigos, conocer a los nuevos fans. Es un trabajo muy solitario el sentarse a dibujar y vengo acá y veo que hay gente que le gusta mucho lo que yo hago, esa es la magia que necesitamos para seguir trabajando”, dice.

Legendario dibujante de la revista MAD y autor del simpático personaje Groo, nació en España, en la época de la Guerra Civil, así que tuvo que emigrar con su familia y uno de los lugares a donde llegó fue México y, en ese tiempo, conoció Querétaro.

“Fue hace 50 años, cuando vivía aquí en México, me acuerdo de los Arcos, pero había unas zonas cerquita donde había unos borbollones de agua, seguro ya las debieron poner en tubos, pero en aquel momento veníamos de vacaciones, era una ciudad muy pequeña, linda”, recordó.

Aragonés, también conocido por dibujar pequeños chistes en las orillas de las revistas, los llamados “marginales”, asistió a la Conque para presentar el libro Sergio antes de Aragonés, en el que se cuenta su vida, la vida de ese inmigrante español en México y cómo influyó eso en el camino para convertirse en la leyenda de humor que hoy es.

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