Sociedad

Stan Lee: me siento como estrella de cine

Comenzó con un susurro, casi al oído, entre dientes, como se entrega una misión secreta, de película

Stan Lee: me siento como estrella de cine
07/05/2017 |02:48
Lorena Alcalá
RedactorVer perfil

Comenzó con un susurro, casi al oído, entre dientes, como se entrega una misión secreta, de película: esperarían al fotógrafo a las 13:30 en punto –ni un minuto antes, ni un minuto después– en el área de prensa, para llevarlo a tomar “una foto muy importante”. “Les conviene”, dijeron.

¿De “alguien importante”? En la Conque 2017 sólo hay una persona “importante” en la mente de los 20 mil asistentes que este sábado abarrotaron el Querétaro Centro de Congresos: Stan Lee.

Su nombre se susurra. Como con todas las leyendas, se sabe que está aquí aunque nadie lo ha visto. Obvio, nadie que no haya pagado cerca de mil 500 pesos por una foto o un autógrafo.

A las 13:30, ni un minuto antes ni un minuto después, ocho fotógrafos ansiosos esperaban con sus cámaras en mano. No se permitiría dijeron, que hubiera intercambio de palabras, sólo fotos y ya.

Pasó una hora… después, dos. Por momentos parecía que la sesión iba a suspenderse. Una llamada en falso, sólo para avisar que en cuanto terminara su firma de autógrafos atendería a los medios de comunicación. Cerca de las tres horas de espera. Por fin, condujeron al pull de fotorreporteros al lugar designado para la sesión.

Un pasillo blanco. Doblar a la derecha, bajar escaleras, otro pasillo y otro más. En el camino, les salió al paso Luis Gantús, director de contenido de la Conque. Parecía sorprendido de la presencia de las cámaras. “Es prensa, vienen con Stan”, le informa un asistente, y les franquea el paso.

De pronto, ahí viene. A través de los ventanales del QCC, usando un suéter amarillo pastel y sus clásicos anteojos. Entra en la sala y se acomoda frente a las cámaras, que de inmediato comienzan a disparar. En el lugar no se oye más que los disparos. Cambia de posición, les regala una mirada a los fotógrafos. Se acabaron los cinco minutos. “Una foto más”, avisa el asistente.

Stan Lee “les tira unas telarañas”. Mira a las cámaras que no dejan de disparar: “I feel like a movie star”, afirma sonriendo, tranquilo.

A pesar de la prohibición, un fotógrafo alcanza a responder: “Sir, you´re a movie star”.