Activistas queretanos en pro de los derechos de los migrantes denunciaron haber sido víctimas de agresiones a causa de su actividad.
María José Lazcano Vázquez Mellado, coordinadora del Centro Marista de Apoyo al Migrante (CAMMI), informó que en el último mes, las oficinas de esta organización han sido blanco de dos allanamientos.
Agregó que en el primer acto se sustrajo una computadora con datos personales de las personas en tránsito que atienden; mientras que en el segundo se robaron papeles, además de un teléfono celular que se utilizaba para que los migrantes llamaran de forma gratuita a sus familiares.
“Somos un centro de apoyo directo al migrante. Un lunes al regresar a trabajar nos dimos cuenta de que nos habían robado nuestra computadora, donde tomamos el registro y la información confidencial de las personas migrantes que atendemos. Así como fotografías y otros archivos de nuestro trabajo.
“Un par de semanas después, en el mismo mes de mayo, se volvieron a meter a nuestro centro causando algunos daños materiales, en esta ocasión se robaron el celular”, dijo Lazcano Vázquez Mellado, quien se dijo preocupada por los incidentes de seguridad de las que están siendo objeto los defensores de los derechos humanos en Querétaro.
“Hacemos este llamado para que se nos permita hacer nuestro trabajo. Estamos trabajando con poblaciones ya de por sí vulnerables y que ven violentados sus derechos de forma sistemática. El Estado tiene la obligación de propiciar las condiciones adecuadas para que nosotros podamos seguir denunciando y dando apoyo a los migrantes o a la población que lo necesite”, aseveró.
Por su parte Sergio Mancilla Cuevas, de la asociación de Scalabrinianas, misión con migrantes y refugiados, aseguró que el gobernador Francisco Domínguez Servién “le dio la espalda” a la Estancia del Migrante González y Martínez —ubicada en Tequisquiapan— al echar atrás la negociación de un comodato que daría seguridad al albergue.
“Una de las organizaciones defensoras de los derechos humanos de quienes hemos recibido reporte de haber sufrido agresiones es de la Estancia González y Martínez. No nada más son hostigados por los guardias de seguridad de Ferromex, sino también el mismo gobernador le da la espalda a estos defensores”, afirmó Mancilla Cuevas.
“El mismo mecanismo de protección, a través de la unidad de Derechos Humanos, estaba tramitando un comodato para esta organización, y el gobernador [aún estando en el mecanismo de protección] dio la espalda de este comodato, cuando ya estaba todo puesto sobre la mesa tiran la negociación y deja en situación de vulnerabilidad a estas personas en Tequisquiapan”, expresó.