Como parte de su desarrollo académico, los estudiantes del último semestre de la carrera de Gastronomía de la Universidad del Valle de México campus Juriquilla, inauguraron su restaurante Algheri, donde ponen en práctica lo aprendido a lo largo de sus años de estudio.
Alan Urbina, chef ejecutivo de la UVM Campus Juriquilla, explica que el proyecto tiene el propósito de que los estudiantes comiencen el concepto desde cero.
“Ellos deben de crear sobre qué tema van a hacer la animación, la comida, deben buscar proveedores, hacer pruebas de menú, cálculo de costeos, conseguir patrocinadores, todo como debe de ser un proyecto en realidad. Nada más va a funcionar un mes, porque tienen que egresar y tienen que irse a sus prácticas profesionales, pero es un proyecto donde tienen que aplicar todos sus conocimientos, desde culinarios hasta administrativos como recursos humanos”, señala.
En el proyecto trabajaron 18 estudiantes y él, como el chef encargado del proyecto, todos de la licenciatura en Gastronomía Internacional.
Agrega que los recursos humanos son lo más importante y también lo más difícil de manejar. El chef está a cargo de manejar a todo el personal del proyecto.
“Este es literalmente un proyecto real, se les da un cierto límite de inversión, si no sale a flote el restaurante debe cerrar como cualquier proyecto real. Si tienes una mala inversión quiebra el restaurante y se cierra”, abunda.
En la cocina se mueve de un lado a otro Diana Granados, encargada de cocina fría. Cada semana los participantes cambia de rol, así que trabajan desde capitán de meseros y chef.
Apunta que esta experiencia es muy enriquecedora, ya que les brinda la oportunidad de tener una actividad real con un restaurante ya formado.
Diana está a punto de egresar, cursa el octavo semestre, para ella y sus compañeros en Gastronomía, este restaurante es su proyecto de graduación, en donde cada uno aporta conceptos diferentes e ideas distintas, pero al final se unen en un concepto atractivo.
Diana asevera que en el futuro le gustaría tener un proyecto propio. Se dice fanática del pozole y la comida mexicana, y aunque en su carrera es común que ejerzan en destinos turísticos, ella pretende quedarse en Querétaro.
En el restaurante el ir y venir de los meseros-estudiantes es constante. Ofrecen a los invitados los bocadillos preparados para la ocasión, además de las bebidas frías. Las charolas se vacían y se vuelven a llenar.