La tasa de suicidios por cada 100 mil habitantes en el país es de 5.1, nivel ligeramente superior a lo que se observa en Querétaro con 4.9, cifra que equivale a menos de la mitad de lo que se presenta en las entidades que registran mayor problemática, como son Chihuahua y Yucatán, con 11.4 y 10.2.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señaló que el suicidio es considerado un acto prevenible. En México, en 2016, ocurrieron 6 mil 291 muertes por lesiones autoinfligidas intencionalmente (suicidios), lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100 mil habitantes.

El volumen de suicidios varía entre zonas geográficas y entidades federativas, para 2016, las entidades federativas que tuvieron mayores tasas de suicidio fueron Chihuahua y Yucatán con 11.4 y 10.2 suicidios por cada 100 mil habitantes respectivamente; niveles que duplican la tasa nacional.

A las entidades mencionadas le siguen Aguascalientes (9.6), Campeche (9.1) y Colima (8.5). En el otro extremo, con las tasas más bajas se encuentran Guerrero, Veracruz y Oaxaca, con 2.1, 2.5 y 2.9 suicidios por cada 100 mil habitantes, respectivamente.

Querétaro es la décima cuarta entidad en donde menos suicidios se registraron con una tasa de 4.9. En nuestro país el fenómeno del suicidio consumado es más frecuente en la población masculina.

Para 2016, de los 6 mil 291 fallecidos por suicidio, 5 mil 116 eran hombres, lo que se traduce en que, de cada diez suicidios, ocho son cometidos por hombres, mientras que dos de cada diez (mil 173), son mujeres.

En relación con la edad, en los jóvenes de 20 a 29 años se presentan las tasas más altas de suicidios. Entre las causas que se presentan en este grupo de población se encuentran los problemas familiares, amorosos, depresión y ansiedad, el abuso de alcohol y drogas, entre otras, intensifican la decisión de terminar su vida.

Para 2016, el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación se presenta como la principal práctica para el suicidio, con 80.8% del total de casos para ese año, seguido del disparo con arma de fuego (7.7 por ciento).

Por sexo, el principal método utilizado por los hombres es el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación (82.2%) y 8.8% utilizó el disparo con arma de fuego, en tanto que en las mujeres, 74.5% recurrió al ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, y 18.3% al envenenamiento (por plaguicidas, químicos, drogas, medicamentos y otras sustancias).

arq

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