Antes de finalizar este año el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) establecerá un sistema de drones autónomos para mensajería ligera dentro sus instalaciones en Querétaro, aseguró Cinthya Maya Rivera, ingeniera de apoyo en el proyecto.
El desarrollo de este servicio es el primer paso para la creación de futuras aplicaciones en campos de protección civil, seguridad, agricultura de precisión, construcción, entre otros, explicó.
El IMT-X estará hecho de fibra de carbono, con un peso de 6 kilos y tendrá capacidad de carga de hasta 4 kilos, dijo. Sin embargo, “su principal distintivo es que no necesitará una persona que lo controle, estará automatizado por medio de coordenadas”.
En primera instancia el dron mensajero transportará libros, informes, boletines, y otros documentos dentro de las instalaciones del IMT en Querétaro. Mediante una aplicación móvil los usuarios verán la disponibilidad de un dron, establecerán el punto de recolección del documento y su destino, describió.
El dron está armado por varios componentes diseñados por el IMT y otras empresas privadas. No obstante, la parte más importante que es el software y la aplicación móvil han sido diseñadas por el IMT, destacó.
El IMT lleva un año en la fase de diseño e implementación del proyecto. Hasta el momento se ha superado la fase de diseño y faltan por realizar pruebas para mejorar la precisión del aterrizaje.
El IMT-X es parte del proyecto de investigación en Sistema de Drones Autónomos del IMT, coordinado por Bernardo Hernández, y apoyado por fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Futuras aplicaciones. IMT-X es un proyecto escalable que busca ser aplicado a futuro en seguridad, protección civil y otros campos, aseguró Maya Rivera.
En materia de seguridad, los drones autónomos podrán seguir autos o personas sospechosas sin necesidad de poner en riesgo a los oficiales, dijo. De igual forma en caso de incendios, no será necesario arriesgar a los bomberos para inspeccionar.
Al contar con sensores térmicos, el dron podrá detectar personas atrapadas o fugas de gases para hacer más eficiente la respuesta en caso de desastres naturales, comentó.
“Es el primer paso en el desarrollo de una base tecnológica para futuras aplicaciones”, señaló.
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