Se deben de establecer sanciones más severas para castigar a personas que conduzcan automóviles bajo el influjo del alcohol, consideró el diputado coordinador de la fracción legislativa del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso local, Mauricio Ortiz Proal.
Dijo que es necesario realizar un incremento de penas, tanto administras como penales, contra las personas que conduzcan de manera irresponsable, intoxicados, para reducir el número de víctimas en accidentes.
“Me parece que la iniciativa es viable, que podemos cambiar el marco jurídico para que haya diversos tipos de responsabilidades, no sólo de carácter administrativo, sino incluso penales y que la conducción de un vehículo automotor en estado de ebriedad debiera tener sanciones muy severas”, señaló.
Recordó que desde 2015 presentó una propuesta de ley para endurecer las penas; sin embargo, no se ha dictaminado.
“Sigue durmiendo el sueño de los justos porque así lo ha determinado el grupo mayoritario en el Congreso, el de Acción Nacional; nos urge revisar la legislación, nos urge establecer sanciones más severas para castigar las personas que conduzcan vehículos automotores bajo el influjo de sustancias tóxicas o alcohólicas y, con ello, generar la cultura que necesitamos para que estos accidentes desaparezcan”, agregó.
Ortiz Proal indicó que dicha reforma es necesaria; no obstante, la iniciativa de ley que presentó no ha tenido la oportunidad de ser discutida y analizada, al igual que muchas otras.
“Sigue guardada, al igual que muchas otras, y lamentablemente sin el apoyo del grupo mayoritario no pueden ser trabajadas en el interior del pleno”, insistió el diputado.
Consideró favorable que en el municipio de Querétaro se implemente el programa de alcoholímetro y resaltó que es uno de los asuntos que toma en cuenta la propuesta de ley que ha realizado, proponiendo sea replicado en las demás demarcaciones.
Por ahora, señaló, el documento se encuentra en el “limbo jurídico o legislativo” y no se tiene fecha para ser turnado o dictaminado, y el legislador no ha presionado para que sea revisado por temor a que se rechace.
“No hemos querido apresurar eventualmente una dictaminación negativa porque tenemos claro cuál es nuestra condición democrática aquí. Aquí, si no contamos con el acompañamiento del grupo mayoritario, no tenemos la posibilidad de procesar ninguna reforma en términos positivos”, finalizó.