Para Héctor Eduardo García Segura, presidente de la Barra Queretana Colegio de Abogados, la posición de los apellidos no es un tema discriminación o de género, sino de un orden para establecer un vínculo jurídico entre las personas.
Así lo informó en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, a tan sólo una semana de que se llevara a cabo el primer registro de un bebé en el estado con el apellido de la mamá en primer término y luego el del papá.
“El tema de fondo es que han considerado que pudiera haber un tema de discriminación por el hecho de se anteponga el apellido paterno sobre el materno, pero yo creo que tener esa forma de registro más que nada es un tema de orden, de establecer el vínculo jurídico que existan entre las personas”.
Apuntó que si bien en este primer caso no existe ningún problema para establecer un vínculo jurídico, si podría haber alguna complicación para futuros casos y generaciones, ya que si hay situaciones legales como una sucesión de derechos o algo similar, puede hacer difícil algún proceso de carácter administrativo.
“Hacia el futuro cuando haya algún tema donde ya estemos en la segunda o tercera generación de este registro, temas de sucesiones, temas de alimentos o de esa naturaleza en las que establecer ese vínculo jurídico ya no sea tan claro y empiece a generarnos problemas”.
Bajo este contexto, recordó que fue en el gobierno del presidente Benito Juárez —en julio de 1859 aproximadamente—, cuando se dictaron la Leyes de Reforma a Iglesia y el Estado, mismo que motivó el establecimiento en México del Registro Civil y desde entonces se ha utilizado para realizar el registro de las personas.
Señaló que este tipo de modificaciones también puede afectar a ciertos registros ya que tradicionalmente se entiende que el primer apellido pertenece al papá y el segundo a la mamá, por lo que hacer algo diferente podría prestarse a diversas confusiones.
“Todo mundo sabemos que el primer apellido es el paterno y el segundo es el materno, salvo los casos donde iba la mujer y sólo ella presentaba al menor y, bueno, entonces ahí si iban los dos apellidos de la mujer”.
El abogado destacó que si se llegara a legislar en el estado de Querétaro para que los ciudadanos puedan llevar a cabo un registro similar sin tener que recurrir a un amparo, complicaría mucho las cuestiones de trámites y futuros procesos legales, por lo que dijo confiar en que la ley se mantenga como hasta el día de hoy.
“Si bien se manifiesta que esta situación podría ser discriminatoria por que el apellido que perdura es el del varón y no el de la mujer, lo cierto es que siendo un sistema que viene de tantos años, pues el cambiarlo va a crear muchas confusiones y eso lejos de beneficiar a los hijos y al los nietos, pues a lo mejor les va a causar complicaciones”.
Para concluir, García Segura hizo un llamado a la ciudadanía para que antes de tomar la decisión de cambiar el orden de los apellidos, tome en cuenta los problemas que podrían sufrir las generaciones subsecuentes.
gr