Un increíble hallazgo fue el que obtuvo un grupo de científicos de la Universidad de California en Berkeley al realizar un estudio a mujeres deportistas, entre ellas ciclistas, corredoras y nadadoras para conocer si sus actividades influían en un mayor deseo sexual.
La investigación usó como grupo de estudio a participantes de las principales organizaciones de ciclismo, natación y carrera de Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
Una de las conclusiones más llamativas es que las mujeres que regularmente practicaban ciclismo experimentaban un mayor deseo sexual en comparación con las corredoras y nadadoras del estudio.
El rendimiento físico del ciclismo involucraba una mayor presencia de estrógeno y progesterona, las cuales son hormonas predominantes en el cuerpo femenino, cuyos niveles se veían incrementados en sus participantes por sobre las corredoras y las nadadoras.
Los investigadores dividieron a las mujeres en dos grupos: ciclistas de baja intensidad y de alta intensidad, poniendo el énfasis en el tiempo que llevaban practicando, la frecuencia que montaban la bicicleta, la distancia que cubrían, la técnica de pedaleo y la forma del sillín.
En total, fueron 3 mil 118 mujeres que completaron el estudio, la mayoría de las cuales eran blancas, menores de 40 años, solteras y de peso promedio, siendo un 34% no ciclistas, 53% ciclistas de baja intensidad y el 13% ciclistas de alta intensidad.
Eso sí, el estudio que fue dirigido por Thomas W. Gaither, estudiante de Medicina de la Universidad de California, también detectó que las mujeres ciclistas también son propensas a las infecciones del tracto urinario o al entumecimiento genital, debido a la presión que ejerce el asiento sobre el área