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Los policías se forman en fila. Preparan sus armas, cortan cartucho y disparan una ronda: seis balas que se impactan en los blancos colocados a 12 metros de distancia. Los uniformados participan en el Torneo Estatal de Tiro Policial, evento organizado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que ayer y hoy se lleva a cabo.
Los policías, en otros momentos tensos, con gestos duros y, como dijeran los clásicos, “con cara de pocos amigos”, se muestran relajados, bromistas, saludan al compañero de armas que hace mucho no veían.
Son pocas las mujeres presentes. La mayoría son elementos varones, aunque sin importar el género, todos portan sus armas de cargo, con las cuales tomarán parte en el torneo. Quienes no lleven arma podrán pedir una con los organizadores, como les dice el encargado de llevar a cabo el torneo.
Previamente les explican que primero se forman equipos por corporación. Para este martes, será “todos contra todos”. Los policías aceptan las reglas y colocan sus nombres “completos y sin faltas de ortografía” en papeletas.
La mañana pasa de fresca a calurosa rápidamente. El campo de tiro está por el rumbo de la carretera a Tlacote, en medio de la vegetación semidesértica. En el estacionamiento, las patrullas revelan que se ha llegado al sitio.
Artículos policiacos
En el lugar de tiro, una carpa protege a los competidores de los rayos del sol, mientras esperan el momento para empezar el torneo. Mientras, pueden ver las motocicletas que ofrece una marca en su stand u observar los chalecos antibalas de otro puesto. Mientras en otro lado, una marca de equipo táctico ofrece sus productos a sus compradores potenciales. Desde botas, hasta sombreros, camisolas y camisetas. Los elementos policiales preguntan por los productos de su interés. Otros stands son los de la rehidratación para los policías
Los primeros tiradores son llamados a sus lugares. Algunos llevan sus armas de cargo, otros con las armas que les son prestadas en el lugar. Los uniformados pasan por sus cartuchos, les dan sus balas 9 milímetros, color dorado.
A su ritmo
Los participantes siguen las instrucciones del guía del torneo. Abastecen con seis cartuchos un cargador. Los primeros son tiros de precisión, sin tiempo de por medio. Cada policía lo hace a su ritmo, asegurando el disparo en el blanco.
Luego, otro cargador abastecido con seis cartuchos. Ahora lo deben de descargar rápidamente. El tercer ejercicio requiere de la habilidad de los uniformados para disparar un cargador y cambiarlo por otro abastecido, teniendo la puntería adecuada para atinar al centro del blanco.
Tres tiros en el cargador son disparados, de inmediato otro cargador similar es colocado en las armas, y vuelven a descargarse. Los primeros competidores han terminado su participación. Los jueces, junto con los policías, se acercan a los blancos, donde verifican los tiros acertados por cada guardián del orden.
Dos elementos destacan por acertar la mayoría de sus tiros en la parte central del blanco. Se muestran orgullosos de su buena puntería. Los participantes reciben felicitaciones de sus compañeros, unos se muestran satisfechos con su desempeño, otros se notan un tanto molestos, pero sonríen cuando son felicitados.
Los siguientes policías se preparan para su participación. Reciben sus cartuchos y se dirigen a sus lugares. En la primera ronda, a un oficial se le encasquilla el arma. El juez se acerca, analiza el arma, realiza un par de acciones, se la entrega el policía, y vuelve a funcionar correctamente.
Al terminar sus rondas, los participantes se quitan los algodones de las orejas, puestos para proteger los oídos, y quienes compitieron con armas prestadas las regresan con los armeros, quienes meticulosamente las guardan junto con sus cargadores. Las acciones no terminan hasta pasadas las 14:00 horas, y se reanudarán hoy por la mañana, para terminar al filo del mediodía, cuando se conozca al mejor tirador policial del estado.
Estuvo presente Fernando Suárez Guerrero, presidente de la Asociación Nacional de Instructores de Tiro A.C.
