Para la especialista en periodismo deportivo, y colaboradora de esta casa editorial, Danay Martínez Rocha, el aficionado es la base fundamental que tienen todos los equipos de futbol, pues no sólo les da una identidad, sino también los hace formar parte de algo, de una micro sociedad.
Así lo señaló Martínez Roche durante el foro Futbol, Periodismo y Sociedad, realizado en el Centro Integral de Medios de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde se congregaron cinco especialistas del deporte, quienes hablaron, desde su respectiva trinchera, sobre la relación que tiene la política y el deporte más famoso del mundo, así como el impacto que tiene éste en nuestras sociedades.
La periodista señaló que el fenómeno del futbol es tan grande en México, que en el 2007 la Federación Mexicana de Futbol firmó un convenio de colaboración con una empresa en Estados Unidos, para que todos sus partidos los jugara la Selección Mexicana en suelo americano.
La razón es que en Los Ángeles, California, Estados Unidos, se concentra la mayor cantidad de migrantes mexicanos, mismos que cuando hay un encuentro en el que participa “su selección” asisten a los estadios y los llenan. Además de que gastan más de lo hace una persona que disfruta del mismo partido en tierras mexicanas.
Explicó que incluso la selección de México juega más partidos en suelo estadounidense que el selectivo de las barras y las estrellas , lo que deja claro también que la migración es un factor que está detonando la realización de partidos de futbol en los Estados Unidos.
“La Selección Mexicana de Futbol tiene en promedio 22 partidos amistosos a lo largo de esta clasificación mundialista, 10 más que países como Alemania, Italia, o como el mismo Estados Unidos en su tierra, entonces ahí hablamos de cómo un fenómeno de migración que aqueja a todo un país está siendo parte y está impulsando un fenómeno tan grande como el futbol”.
Finalmente, y acorde a la importancia de los aficionados, explicó que actualmente el futbol está conformado por una triada: deporte, espectáculo y negocio, pues incluso aquellos que no son aficionados de corazón se sientan a ver un partido de futbol por convivir con los amigos, lo cual deja importante beneficios económicos para la FIFA y las empresas.