Más Información
Las manos le sudaban y no dejaba de mirar el reloj, Daniela se preguntaba a sí misma si habría elegido bien su vestimenta, aunque quería verse bien no quería mostrarse glamorosa ni causar la impresión de que se había esmerado demasiado en su imagen, pese a que había tardado más de dos horas en arreglarse.
Tras probarse una y otra vez toda la ropa que tenía se decidió por un vestido azul que llegaba al ras de las rodillas, unas medias y botas negras fueron el atuendo para llegar a la cita pactada en el Zócalo capitalino con el hombre a quien apenas llevaba cinco días de “conocerlo”.
Nuevo en la ciudad, originario de Londres, Inglaterra, amante de los gatos, el cine y la literatura, 27 años de edad, su nombre era William, tenía un perfil atractivo, pero lo mejor de todo era que le había dado like a su foto en Tinder, y tras intercambiar likes se generó un match, requisito que establece la aplicación para conversar con la persona.
Daniela forma parte de 83% de los usuarios de internet que cuenta con una aplicación para conocer personas y de 22% que se ha enamorado a través de internet, indican datos de la empresa The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Según la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), en México existen 65 millones de personas con acceso a la web, por lo que 83% de usuarios con una App para conocer gente representa casi 54 millones de usuarios.
Especialistas señalan que la búsqueda de pareja a través de estas aplicaciones forma parte de una “evolución” del establecimiento de vínculos sociales que es reflejo de nuestra época y de la importancia que ha tomado el uso de las nuevas tecnologías; indicaron que la diferencia entre establecer una relación por aplicaciones y hacerlo “frente a frente” radica en la mediación de la tecnología y en el riesgo que puede existir al desconocer quién es la persona que está detrás del celular.
Personas entrevistadas por EL UNIVERSAL relatan sus experiencias en el uso de aplicaciones para conocer pareja, coinciden en que estas apps facilitan la interacción entre las personas, generan un comportamiento más desinhibido, se puede conocer a más personas, mientras que el riesgo de que la relación funcione o no es el mismo que de manera “convencional”, aunque el peligro de no saber quién es la otra persona y del uso de la información personal siempre está ahí.
El match que hicieron Daniela y William fue uno de los 3 millones que se realizan en México al mes, además de que al día se hacen más de 16 millones de swipes, que son los deslizamientos para ver las fotos de las candidatas, mientras que diariamente se registran más de un millón de chats entre los matches, con lo que México se ha convertido en el país con más usuarios de Tinder en América Latina, seguido de Argentina y Brasil, según datos proporcionados de la aplicación.
Luego de hacer match en Tinder, Daniela y William intercambiaron números, migraron la conversación a WhatsApp, tras cinco días de hacerse las preguntas básicas sobre ocupación, pasatiempos, gustos y disgustos, acordaron verse en persona.
En México la mayoría de usuarios de aplicaciones para encontrar pareja son los millennials, datos de Tinder señalan que 85% de sus usuarios tienen entre 18 y 24 años.
“Por curiosidad”. Tras una ruptura amorosa y múltiples recomendaciones de sus amigos, Daniela de 24 años descargó la app; motivada por la curiosidad de saber cómo funcionaba elaboró su perfil, se tomó un par de fotos, apenas unos minutos después de hacer su perfil, su foto había conseguido que le dieran varios likes
“El hecho de que personas le den like a tu foto eleva tu vanidad”, comenta al recordar sus inicios en las citas 2.0
Comenta que en la App se encuentran a todo tipo de personas, desde los que buscan una amistad y conocer a más personas porque acaban de mudarse a la ciudad, hasta los que sólo buscan un encuentro sexual. “Hay de todo, desde los chicos muy lanzados que apenas dicen ‘Hola’ y luego luego te invitan a su departamento, los que te mandan fotos desnudos, hasta los que sólo la utilizan porque quieren conocer a más personas. Y la descargué por curiosidad”.
Al igual que Daniela, Giovanni de 26 años, descargó la aplicación solamente por curiosidad para conocer a nuevas personas. Este joven tenía dos años sin encontrar pareja, por lo que le pareció atractiva la posibilidad de interactuar a través de la aplicación. “Es más fácil hablarle a la gente; si vas caminando por la calle y de pronto ves a alguien que te gusta difícilmente le hablas, yo no le diría: ‘Hola’. Pero con la aplicación es más fácil.