Las presiones de la globalización y su capitalismo, prácticamente obligan a todos a integrar un sistema de trabajo y responsabilidades económicas; los sueños personales pueden esperar.
Pero no para Bernardo Logar, un joven que a los 18 años está convencido de que hay que vivir primero y preocuparse después.
Con esta filosofía, lleva seis meses preparándose para un viaje de cinco años; recorrerá cuatro continentes: más de 177 mil kilómetros en motocicleta, una Kawasaki que tiene desde que cumplió 14.
En julio de 2017 se despedirá de su natal León, Guanajuato, para atravesar Centro y Sudamérica.
“Hace cuatro años nació este sueño cuando mi papá me compra a Isabella que es mi moto, siempre lo tuve en la cabeza, mi papá un día me dijo ‘tú y yo vamos a recorrer el mundo en moto juntos’ y conforme fui creciendo vi que mi papá tenía mucho trabajo, que yo ya estaba en la preparatoria, iba a llegar al universidad y no se iba a poder”, platica Bernardo.
La mayor inspiración de este joven es su padre, de quien vive el sueño de ir por el mundo en uno de los llamados “caballos de acero”, arropado por una comunidad que, más allá de fronteras e idiomas, reconoce a un hermano del camino.
Actualmente cursa el cuarto cuatrimestre de preparatoria, en 2017 terminará esta etapa y partirá en compañía de su padre hacia Colombia, después, estará solo con Isabella. El regreso, según el programa que está detalladamente definido, será en 2022.
Su papá le heredó el amor por las motocicletas, el viaje de Bernardo o Boss como lo conocen, es cumplir el sueño frustrado de su padre.
“Mi papá tiene 30 años en motocicleta, él empezó a los 16 años, dejó la moto cuando se casó con mi mamá, se divorció y lo primero que hizo fue comparase una BMW luego la vendió, se compró otra moto y cuando cumplí 14 me regaló mi Kawasaki.
“Ya después mi regalo de 15 años fue un viaje de tres generaciones: mi papá, mi abuelo y yo, cada quien en su moto por toda la sierra queretana; después de eso se quedó en mi cabeza querer ir a todos los lugares y lo fui planeando”, comenta emocionado.
Bernardo radica en León con su papá, mientras que su madre y sus hermanas, de 19 y 10 años de edad, están en la Ciudad de México; a su mamá le encanta que alguien como él, tan joven, esté tan entusiasmado de seguir su sueño, aunque es un tanto diferente “a mi mamá le gusta que esté siguiendo mi sueño, pero no le gusta tanto mi sueño”, dice.
Apasionado de las motocicletas, quiere que su historia llegue a todos los rincones, quiere ser un ejemplo de que los sueños se alcanzan “la gente siempre tiene responsabilidades, le tiene miedo a seguir lo que realmente quieren, siempre se dedican a trabajar y ya cuando están grandes se arrepienten de no haber hecho lo que querían”.
El cronograma indica que la etapa 1 del viaje lo llevará a Ushuaia, Argentina; serán 200 días de viaje, 45 mil kilómetros. Este sueño ha llegado a varios lugares logrando encontrar patrocinios y el respaldo, por ejemplo, de la cadena televisiva Discovery Chanel, que tiene el programa Mexicánicos.
“La gente me compra la calcomanía, el parche, se toma una foto, he visto que la sube al grupo y tenemos el jueves de sueños en donde cada jueves cada quien comparte sus sueños y reporta qué avances tiene, el grupo tiene 30 mil miembros en donde los invito a soñar a todos”.
También se está presentando en diferentes plazas, eventos, ruedas de prensa, cuenta con calcomanías, playeras y otros aditamentos para vender; de esta manera formará un fondo para solventar su viaje.
“Hago videos, los subo a mi página de Facebook Amigos de Bernardo Logar y a mi canal de YouTube en donde invito a la gente a soñar con mi ejemplo; hace seis meses trabajaba en un taller mecánico como chalán, renuncié para dedicarme de lleno a mi viaje y ahora trabajo seis o siete horas diarias frente a la computadora y ya se están viendo avances”.
Así todo “lo mandó por un tubo” su trabajo en este momento consiste en cumplir con la preparatoria y tejer redes que le ayuden a conseguir fondos; pero el viaje no lo es todo, cuando cumpla 23 habrá regresado a su ciudad para entonces comenzar la universidad.
El otro sueño de Boss es fundar su propia marca de automóviles, quiere montar una fábrica que genere modelos exclusivos, tal como se hace en Europa, en donde hay sitios que fabrican apenas unos 20 o 30 automóviles por año.
“Siempre me han encantado los carros y quiero poner una empresa de carros, me gustaría tener mi propia marca, quiero estudiar la carrera; ahorita decidí mandar todo por un tubo y le puse fecha ‘acabando la prepa me voy a salir tenga o no el dinero’”.
El viaje completo será en 93 países, después de la etapa 1 irá a Alaska y continuará en Europa, África y Asia, un total de cuatro continentes, y con la posibilidad de que Australia se sume al programa.
“Mi familia me apoya, pero sobre todo mi papá porque es como un sueño frustrado, él me acompaña hasta Colombia y quiere que cruce las primeras tres fronteras con él; es un viaje que planeó solo y los hermanos que se quieran unir en el camino serán bienvenidos”, asegura.