La tradición cumple 65 años. La Carrera de la Libertad como en 1952, cuando se celebró por primera vez, se realizó ayer para conmemorar con deporte la Independencia de México.
Los participantes esperan el momento de partir en Plaza de Armas, donde se dará la salida al grupo de corredores que deberá llegar a Dolores Hidalgo y regresar por la tarde-noche, para la ceremonia del Grito de Independencia en la misma plaza.
Acompañantes de los corredores también están presentes en el lugar, así como algunos medios de comunicación de Guanajuato que hicieron el viaje hasta Querétaro para cubrir el evento.
Uno de los primeros en hacer acto de presencia es el secretario de Educación, Alfredo Botello Montes, quien fiel a su estilo, saluda con educación y una sonrisa a algunos conocidos. También llegó Markus López, titular del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq).
Llega la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Isabel Aguilar, diputada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), así como la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado Consuelo Rosillo Garfias.
Los deportistas toman sus lugares, aunque luego de unos minutos rompen filas, pues la ceremonia se atrasa unos cuantos minutos.
El acto protocolario inicia. A Plaza de Armas llega el secretario de Gobierno, Juan Martín Granados Torres, quien encabezó el evento.
Esperan la salida del fuego simbólico en manos de don Genaro Zacarías, impulsor y creador de esta carrera en la década de los cincuenta. Don Genaro tarda unos segundos en salir del Palacio de Gobierno pero lo hace con la antorcha en mano.
Durante décadas, cuentan los rumores locales, don Genaro Zacarías, con orgullo ha participado en la carrera y en esta ocasión especial, que hermana a los estados de Guanajuato y Querétaro.
Don Genaro llega hasta donde está la línea de honor, saluda a los cuatro puntos cardinales con la antorcha y procede a encender el pebetero, que en un segundo se inflama con una gran llama.
Markus López, director del Indereq, saluda de manera especial a don Genaro. Recuerda que fue en 1952 del siglo pasado cuando comenzó la tradición y que le tocó entregar el fuego al presidente Miguel Alemán. Don Genaro, esboza una ligera sonrisa.
“A todos los que estamos aquí atestiguando este evento nos congratula poderlo hacer, y llevarnos una esperanza que en México existimos buenos ciudadanos que queremos cuidar nuestra patria, hacerla más grande, trabajándola y continuando con estas tradiciones tan llenas de significado para nuestro país”, abunda el titular del deporte en la entidad.
Tras los discursos, felicitaciones y recibir el fuego, los corredores parten rumbo a Dolores Hidalgo, no sin darle una vuelta a Plaza de Armas ante las miradas curiosas de los queretanos que acuden a pasear o van a trabajar al primer cuadro de la ciudad.
Después, los jóvenes deportistas se dirigen a Dolores Hidalgo en una fecha muy especial, donde a través del deporte se recuerda la gesta de hombres y mujeres que hace 207 años tuvieron un sueño de libertad, y que 207 años después, un puñado de corredores honran con su esfuerzo físico.