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Jornaleros agrícolas provenientes del valle de San Quintín arribaron ayer a la capital queretana, en donde llevaron a cabo una concentración en la Plaza de Armas, para denunciar las condiciones de explotación a las que son sometidos; el grupo se dirigen en caravana a la Ciudad de México.
Lorenzo Rodríguez Jiménez, secretario general del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas, una de las dos organizaciones que conforman la caravana, que partió el 4 de marzo del valle de San Quintín y que pretende llegar a la capital del país hoy, señaló que acuden también al primer Encuentro Nacional de Jornaleros Agrícolas.
“Nosotros, luego de la lucha que dimos hace dos años pasado en el valle de San Quintín, logramos conformar el primer sindicato independiente de jornaleros agrícolas. Entonces, uno de nuestros principales objetivos es recorrer diferentes estados para despertar conciencia e invitar a nuestros compañeros jornaleros, campesinos, organizaciones campesinas, a afiliarse, a formar secciones en los estados y delegaciones y buscar contratos colectivos legítimos, donde se pueda garantizar el respeto a los derechos humanos y laborales de cada jornalera y jornalero del país”, indicó.
Otro de los puntos que denuncian es que ellos, en el movimiento de San Quintín de 2015, firmaron dos minutas de acuerdo con el gobierno federal, en donde pedían el aumento al salario, afiliación al Seguro Social, terminar con el acoso y el trabajo infantil; de todos esos puntos, el único que se ha cumplido es el registro de su sindicato.
“El gobierno federal se olvidó nuevamente de los jornaleros del valle de San Quintín y por esa razón venimos a buscar una reunión con la Secretaría de Gobernación y otras dependencias”, aseveró.
Explicó que los salarios que perciben los jornaleros en el valle de San Quintín van desde uno hasta dos salarios mínimos, pero con todas las prestaciones integradas, desde las vacaciones, la prima vacacional, entre otras.
Lorenzo Rodríguez Jiménez agregó que las condiciones de los jornaleros son las mismas y lo único que se logró con el movimiento que inició hace dos años fue un aumento salarial, aunque al final no fue el que necesitaban.