Sr. Director:
En relación a la extensa réplica y comentarios enviados a EL UNIVERSAL Querétaro por los representantes de la firma Señores de Pozos Global Proyect SAPI de CV, respondo solamente a cuatro puntos en los que se pone en duda la veracidad de lo publicado por este diario.
1. Se asegura que el reportero “no envió ningún cuestionario para esta entrevista”. En respuesta, anexo facsímil de la respuesta enviada a este medio por el propio Sergio Rodríguez, quien firma como director general de Señores de Pozos; una respuesta que inclusive nos fue girada por instrucción de uno de los principales socios de la firma, Ignacio Soto Borja.
2. Se asegura que el “empleado” Rodríguez no fungió con anterioridad como secretario de Turismo guanajuatense. En respuesta, anexo facsímil del currículum vitae de la persona aludida, donde se confirma que su ocupación anterior fue, justamente, la de “secretario de Desarrollo Turístico del gobierno del estado de Guanajuato.”
3. Se asegura que el entonces funcionario turístico Rodríguez Herrera no firmó ningún documento “que beneficiara a la empresa Señores Pozos”. En respuesta, anexo facsímil, conteniendo la firma del aludido, de uno de los cinco convenios (2012) con recursos públicos que la administración del ex gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez otorgó a la llamada Fundación para el Desarrollo de los Pueblos Mineros de Guanajuato (Fundemin), organismo privado que hasta hoy tiene a su cargo, justamente, el proyecto de creación de un museo que el sitio web Pozos.Mx ya ofrece como “activo” para quienes adquieran lotes dentro de su desarrollo.
4. Se asegura que no existe “ninguna fundación que pertenezca al proyecto” desarrollador. En respuesta, anexo facsímil de una solicitud ante el Registro de la Propiedad Industrial de la marca “Pozos”, cuyo solicitante, la llamada Fundación para el Desarrollo Integral Local Mineral de Pozos, ofrece como domicilio para recibir notificaciones las propias oficinas centrales de Señores de Pozos y de Rodríguez Herrera, situadas en la demarcación Coyoacán de la Ciudad de México.
Respetuosamente
Amílcar Salazar
Reportero