Los uniformes verde olivo, la disciplina y el amor a la patria de hombres y mujeres que forman parte de las fuerzas armadas, se pueden apreciar desde ayer en la exposición Fuerzas Armadas... Pasión por México en el Centro de Congresos.
La exposición no sólo muestra la parte armada del Ejército Mexicano, también áreas como la cocina y tortillería que se usan en los planes DN-III.
Luego del acto protocolario, donde autoridades civiles y militares estuvieron presentes, recorren la exposición con sus diferentes stands, y las aeronaves que llaman la atención de los visitantes que, gracias a las nuevas tecnologías, pueden inmortalizar el momento y compartirlo con sus amistades en las redes sociales.
Pasajes históricos, la Fuerza Aérea, equipos tácticos, entre otras cosas, son explicadas a la comitiva de invitados, que pasan de módulo en módulo. A lo lejos se escucha un sonido familiar. El olor también es familiar. Huele a tortillas recién hechas.
Es una de las tortilladoras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que trabaja para mostrar su funcionamiento, que por lo regular es durante los planes DN-III.
El capitán segundo intendente, Arturo Martínez, es el encargado de la tortilladora militar, que funciona montada en un vehículo móvil, que tiene la facilidad de proporcionar el apoyo a la población que necesita de ese servicio en caso de un desastre natural.
La tortilladora, con capacidad de producir 3 mil 600 tortillas por hora, que está en la exposición, participó durante las inundaciones en el estado de Tabasco, hace algunos años, en conjunto con la cocina comunitaria.
El oficial indica que trabajan cinco personas especialistas en sus áreas asignadas, y trabajar en esta área les brinda una satisfacción única, pues se brinda el apoyo a una necesidad esencial en caso de contingencia, que es la alimentación.
A unos pasos de la tortilladora, se ubica la cocina comunitaria de la Sedena, un tráiler acondicionado con todo lo necesario para servir 7 mil 500 raciones al día.
El soldado Eduardo Márquez Pérez explica que la cocina trabaja para darle de comer a 2 mil 500 personas en cada comida. Está dividida en tres partes: cocción, preparación y refrigeración. La integran un capitán, un teniente, un subteniente y 15 elementos de tropa, que están divididos en un almacenista, dos panaderos, dos carniceros y 10 cocineros.
El soldado Márquez dice que la cocina comunitaria estuvo el año pasado apoyando a la población de Oaxaca, afectada por el sismo del 7 de septiembre, donde brindó alimentos a mil 500 personas. Fue el máximo de personas que atendieron en esa ocasión.
“La experiencia fue muy dura, el trabajo fue muy duro, muy intenso, había veces que no descansábamos muy bien, pero [se compensaba] con la satisfacción de ver a las personas que confían en nosotros, cree en nosotros y eso es lo que nos motivaba a trabajar día a día”, asevera.
Cumplir con su deber les deja una gran satisfacción, reitera.