Desde los 14 años Armando Terrazas Sánchez comenzó a acudir a la Peregrinación de Querétaro rumbo al Tepeyac. Este 2017 cumplió 50 años de edad y 36 años de ser peregrino. Para él, acudir a ‘La Pere’ es un acto de agradecimiento a la Virgen de Guadalupe y una oportunidad servir.
Es originario de Tequisquiapan, vive en la capital del estado y desde hace 27 años forma parte del contingente que sale de Neblinas, en Landa de Matamoros; en ese mismo periodo ha formado parte en el grupo de Vigilancia de la columna masculina y desde hace ocho años es el jefe de esa labor en el tramo hasta San Juan del Río, después se integra a la vigilancia de todo el grupo.
“Nosotros controlamos la vialidad de la sierra y contamos con el apoyo de las patrullas, pero no son éstas las que cuidan toda la vialidad. Los peregrinos y quienes estamos organizados para controlar la seguridad somos nosotros mismos… En nosotros recae la responsabilidad”, afirmó Armando.
Explicó que no es lo mismo ser caminante que peregrino: en el primer caso el objetivo es llegar a la Basílica lo más pronto posible; mientras que ser peregrino implica cumplir una serie de reglas en las que destaca caminar juntos.
La columna masculina de la Peregrinación de Querétaro al Tepeyac llegó este lunes a San Juan del Río; en este punto se unieron los contingentes de la Sierra Gorda y de la capital del estado; se estima que son más de 17 mil personas las que se concentren en esta ciudad para continuar hacia la Basílica.
Ambos contingentes fueron esperados por el obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, quien los acompañó hasta el Santuario; al llegar al templo, los peregrinos se dirigieron hacia los puntos donde pernoctaron, dado que la salida fue alrededor de las 5 de la mañana de este martes, y se realizará una misa en Palmillas a las 10 de la mañana.
Para la llegada de los peregrinos se ha alistado un operativo en el que participan corporaciones de emergencia, las policías municipal y estatal, así como la Secretaría de Salud. Este martes será el último día que los creyentes caminen en territorio queretano, en razón que se calcula que por la tarde lleguen al municipio de Polotitlán en el Estado de México.