La venta de paletas por parte de Ramón Carvajal y Ana Laura Ortega, es única, pues además de artesanal los sabores destacan por su originalidad, ya que las paletas de fresa, limón y grosella, fueron desplazadas por las de piña colada, tequila y mojito, que ofrecen para quienes quieran agasajar de una manera muy especial a amigos y familiares en sus fiestas.

El stand de Ramón y Ana Laura luce distinto. Un carrito de helados y paletas se ubica atrás de la mesa donde colocaron la manta-mantel de Kali icy shots, la empresa donde elaboran las paletas “con piquete” y que han sido aceptadas por la gente.

Ramón explica que tienen paletas de vino tinto, mezcal, piña colada, fresa y mango, para los más pequeños, o para quienes no consuman bebidas espirituosas, sólo de mango.

Ana Laura dice que la idea fue inspirada por una de sus amigas, quien vendía mermeladas, pero decidió darle un giro a los productos, ponerle un toque de alcohol y hacer paletas.

Luego se le ocurrió hacer la combinación de cócteles en paletas para eventos sociales, que precisa, es complicada su elaboración porque a diferencia de otros, lo hacen de forma artesanal.

“No contamos con gran maquinaria y nuestra producción no es muy grande, entonces es un tanto difícil porque hay que estar dándole el toque, el sabor, que no se exceda el alcohol, porque es sólo un toque”, abunda.

Explica que tienen pocos moldes, otros tienen máquinas desmoldedadoras, ellos lo hacen de manera manual todo el proceso. Agrega que la producción para eventos es arriba de 100 paletas.

Ellos acaban de retomar el negocio, pero su amiga y socia tenía tiempo de hacerlas, aunque por el momento sólo se hacen para eventos y no están disponibles para la venta en general al público. A través de redes sociales se pueden hacer pedidos para eventos pequeños y cuentan con servicio a domicilio.

Ana Laura ríe cuando tiene que hablar del precio del producto. “Depende a qué le llamamos caro. El rango de precios es de 30 pesos la unidad con alcohol. La de fruta está a 18. Entonces armamos los paquetes arriba de 100 y va el carrito al evento, con una persona de staff, ofreciendo la paletas coctel.

El carrito de Kali es como cualquiera que vende helados y paletas. Es de color blanco y en el manillar tiene dos toallas. Dentro del carrito las paletas están acomodadas de acuerdo a su sabor y tamaño.

La respuesta de la gente, dice Ana Laura, quien en próximos meses tendrá un hijo, ha sido positiva, pues se les hace novedoso.

“Hace ocho días estuvimos en un evento de bodas y sí, hubo mucha gente que conocía el concepto, pero no muy bien, no sabían de que se trataba, hubo otros que no lo conocían, pero que fue bien recibido”, abunda.

El negocio de las paletas es un ingreso alterno que tienen, ella es ama de casa y Ramón es empleado federal, ven esta actividad como un hobbie. Su presencia en Expo Reven 2017, señala Ana, responde a la necesidad de divulgar el concepto de paletas de cocteles, esperando que tengan más ingresos con este singular producto y que cada vez más personas tengan la fortuna de probar las paletas “con piquete”.

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