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“Todos los artistas urbanos comenzamos haciendo grafiti, iniciamos con eso del vandalismo, así empezamos todos”, cuenta Maximiliano, joven queretano de 20 años que estudia Arquitectura en la Universidad Autónoma de Querétaro; pero su pasión es pintar.
Maximiliano hace grafiti desde hace siete años, y como dice, comenzó a pintar rayones, que es la esencia del grafiti, más allá que los murales y más allá que el dibujo de rostros.
Cuando su técnica de las marcas o rayones mejoró quiso aprender a hacer algo más elaborado, y sobre todo, algo que no fuera borrado de inmediato por las autoridades o por los dueños de las casas.
Los espacios destinados al arte urbano son escasos en Querétaro, comenta, por eso pedía permiso a los dueños de las casas para pintar un mural en alguna de las bardas, pero la respuesta casi siempre era negativa, y cuando algún vecino daba su permiso y el trabajo no era de su agrado, llamaba al municipio y personal de servicios públicos; esto acababa con días completos de su trabajo y técnica.
“Hasta ahorita se vio este apoyo del gobierno porque antes era de que ibas a hablar con el dueño de la casa para que te prestaran una barda, pero estaba muy generalizado el tema del grafiti, todos pensaban que era como vandalismo, rayones y la gente pensaba que era algo malo; eso es porque no conocen los sacrificios que hacemos porque aquí todo fue con presupuesto del gobierno, pero en las calles todo sale de nuestra bolsa, el material no es barato y entonces que te lo lleguen a fondear los mismos dueños de la casa o el municipio pues no está chido”, explica el jóven.
“Desde hace siete años yo practico el grafiti, todos todos empezamos en esto por vandalismo, habrá algunos artistas urbanos que no lo hagan y que más bien se dediquen a hacer rostros, pero no es tanto que hagan grafiti, el grafiti es letras, no tanto murales, eso lo iniciamos en las calles”, cuenta Maximiliano.
El jóven es uno de los 18 participantes, de la delegación Centro Histórico, de la segunda galería de arte urbano inaugurada en el Parque de Arte Urbano La Vía, ubicado junto a la antigua estación del tren.
Su mural habla de la trascendencia temporal del grafiti y de la inclusión de mujeres en este tipo de arte.
“En mi grafiti representé una chava con una máscara de calavera, la calavera significa que el grafiti va más allá de todos nosotros, porque cuando dejemos de pintar y nos vayamos, el grafiti siempre estará aquí. La mujer representa a las mujeres que también les gusta pintar, conozco muchas chavas que tienen mucho talento, incluso mejor técnica que la que usamos los hombres”, reconoce.
En la parte de arriba escribí “REC” con letras tipo grafiti, no quise dejarlo fuera porque es como la esencia de todo esto, las letras. También plasmé al tren como algo característico de Querétaro”, explica el jóven.
“El grafiti ilegal es la esencia del mismo, pero llega un momento en que quieres ir más allá, hacer algo más elaborado, algo que puedan respetar más tiempo y que sea más aceptado, entonces te propones realizar este tipo de murales”, refiere Maximiliano.
Alejandro Pérez Franco es otro artista urbano de 26 años de edad, estudió por un tiempo la licenciatura de Diseño Gráfico y Desarrolló, aunado más a sus habilidades en la pintura.
También realizó un mural que forma parte de la galería. Al igual que Maximiliano, plasmó la imagen de una locomotora, pues ese es el tema de la exposición.
Para el jóven artista, realizar este tipo de actividades sí ayuda a cambiar la percepción social sobre los jóvenes que practican el grafiti.
Dice que es común que la gente mayor los estigmatice como “vagos” o posibles “delincuentes”.
“Esto sí ayuda a cambiar la percepción de la gente porque siempre pasa que ven a un chavo con sus fachas y piensan que hace o hizo algo malo, que es delincuente. Espero que cuando vean los trabajos se den cuenta que uno le invierte tiempo y que, al final de cuentas, es algo recreativo para la sociedad, entonces a través de esto conocen el entorno del chavo que lo pinta y ven que le gusta crear cosas, creo que con esto se les quita esta idea”, comparte Alejandro.
El jóven ha participado en otras exposiciones de arte urbano como en resintos culturales y en el Parque Bicentenario, pero siente que la difusión de este tipo de técnicas y el trabajo que cuesta hacerlas, todavía debe difundirse aún más.
Cada aficionado del grafiti es aprendiz y maestro, pues los jóvenes interesados comparten sus diversas experiencias y técnicas sobre pintura, así es como se aprende, refiere, en la escuela de la calle.
“Hay veces que uno ya trae la facilidad de pintar, pero aprendemos entre notrosos, los otros chavos nos comparten técnicas, aprendemos viendo cómo lo hacen los otros. Yo estudié un poco de diseño de modas y tuve clases sobre ilustración, entonces de ahí surgió todo, pero en realidad yo pinto desde que tenía 16 años”, explica Alejandro.
Al igual que los murales de Alejandro y Maximiliano, otros 16 están expuestos en el Parque de Arte Urbano La Vía. La galería fue inaugurada este sábado con la presencia del alcalde Marcos Aguilar Vega y demás funcionarios del gobierno municipal.
En la línea de honor se encuentra Beatriz Marmolejo, secretaria de Desarrollo Social; el alcalde, Marcos Aguilar Vega; el director de Obras Públicas, Ángel Herrera, y Edgar Uribe Rodríguez, representante de los artistas urbanos que forman la galería. Contrario a lo que comentó Maximiliano, sobre que todos comienzan a grafitear por realizar vandalismo, el presidente señaló que existen dos tipos de grafiteros.
“Es cierto que existen escritores de grafiti que no buscan otro fin que el vandalismo y el daño a la propiedad ajena, pero también es cierto y son más, que existe un grupo muy grande de escritores de grafiti cuyo propósito es expresarse de forma libre y creativa”, dice el alcalde.
En montar esta segunda galería de arte urbano, se invirtió 1.5 millones de pesos, se habilitaron tres mil 655 metros cuadrados de muros para que los artistas plasmaran los murales, se instalaron lonas y se construyó una bodega para resguardar del sol los trabajos y materiales.
Dicha actividad beneficiará a 5 mil habitantes que podrán acudir y disfrutar de los diferentes murales.