Esto no es de nosotros (o ellos). Los queretanos somos payasos con los chilangos, que ellos son así o que son de aquella forma. Esto es de sangre, somos un país y creo que debemos estar unidos con todos los mexicanos que nos necesitan en este momento”, afirma María de Jesús Márquez, estudiante de Ingeniería Logística en el Instituto Tecnológico de Querétaro (ITQ), quien junto con sus compañeros de esa institución salió a tocar casa por casa para pedir víveres y otros productos para enviar a los damnificados por el terremoto del martes pasado en la Ciudad de México, Morelos, Estado de México y Puebla.
Son tres las jóvenes que integran ésta brigada del estudiantes. Tendrían que ser cuatro, pero eso no desanima a las chicas, quienes parten rumbo a las calles cercanas a su escuela, donde apelaran a la buena voluntad de los habitantes de Quéretaro.
Con María de Jesús están Arely Patricia Mejía Mejía, estudiante de Ingeniería en Materiales, y Karina Castillo, estudiante de Ingeniería en Logística y caminan por las calles de la colonia Niños Héroes, tras coordinarse con el resto de sus compañeros. Algunos toman camino hacia el centro, por la calle de Hidalgo, otros caminan por la calle de Escobedo. Son poco más de las 12:30 horas. Antes las jóvenes hicieron la cartulina color naranja donde se lee “Colecta de víveres”, su carta de presentación de su loable labor.
Tocan en una casa, tocan en otra. En algunas no abren, quizá los habitantes no están, salen a trabajar. En otras casas, salen y argumentan que ahí es una oficina, que no tiene nada para donar.
Sin embargo, de una vivienda sale una joven, quien tras explicar que también colabora en un centro de acopio, se introduce a la casa y sale unos segundos después con un paquete de papel higiénico y uno de toallas sanitarias.
María de Jesús recuerda que el martes se sintió muy mal cuando les dijeron que tenían que desalojar su escuela por el temblor, por la evacuación debido al sismo. “Sentí un poco feo cuando vi que todos estaban saliendo y luego cuando observe que muchas personas le estaban llamando a sus familiares en la Ciudad de México y estaban preocupados”.
En un inicio, la joven descartó que el temblor hubiera causado daños en el centro del país, pero luego, conforme pasaban los minutos que se hicieron horas las noticias comenzaron a tener tintes dramáticos, con la información de edificios colapsados, de escuelas, cuyos alumnos permanecían bajo las ruinas de lo que hasta unas horas antes eran sus aulas.
“Sentí bien feo, la verdad, y pensé que afortunados somos los queretanos que vivimos aquí, porque no nos tocó nada de eso. Nosotros, que poseemos la posibilidad de ayudar y que no tenemos esa preocupación de que nuestros parientes están bajo los escombros, podemos ayudar a quienes nos necesitan en estos momentos”, enfatiza.
Agrega que ella está formando un equipo para colectar víveres y equipo de ayuda. Lo hizo por sus rumbos, con sus amigos, en Desarrollo San Pablo, en el parque Holland, junto a la delegación Epigmenio González, para cuando se tenga ayuda suficiente mandarla a dónde haga más falta.
De una vivienda sale un joven, quien escucha con atención a la chicas. Le llama a alguien más y sale una joven. La pareja de jóvenes entra a su casa y sale con una gran bolsa de medicamentos, y una más pequeña con víveres, alimentos enlatados.
Arely, en su oportunidad, explica que vio las noticias y pudo ver en el rostro de las personas la desesperación, y “más que, si aquí sucediera algo así, me gustaría que tomaran la iniciativa otras personas. Hoy por ellos, mañana por nosotros”.
Las tres chicas continúan con su labor, además de que explica que en el ITQ hicieron unas empresas donde vendieron cosas, cuyos ingresos se usarán para comprar artículos de despensa y mandarlos a los damnificados del sismo. Agrega que le sorprende y agrada la solidaridad de sus compañeros, quienes se han unido de manera solidaria a la colecta de víveres, lo que ve muy positivo.
Muchas viviendas están vacías, pero las muchachas no se desaniman y siguen con su trabajo voluntario. Karina añade que es muy importante ayudarnos entre todos, pues el país está pasando por tiempos difíciles, a lo cual se suman los desastres naturales.
“Hay que sacarnos adelante como podamos. Si no somos nosotros, pues quienes. Y los jóvenes que tenemos la iniciativa y podemos hacerlo, debemos de llevarlo acabo, es nuestra obligación ayudar a las demás personas”, asevera la joven.
Subraya que ella tiene familiares en el Estado de México y no se podía comunicar con ellos el pasado 19 de septiembre, nadie podía mantener contacto con sus parientes, por lo que sabe lo que son los momentos de desesperación de no conocer cómo están los seres queridos después del sismo, hasta que por fin se pudo comunicar ya se sintió tranquila, aunque hay mucha gente que aún no sabe nada de sus familiares y amigos.
Karina puntualiza que la convocatoria para participar en este colecta de víveres la hicieron el miércoles en la madrugada mediante las redes sociales, donde les pedían presentarse con su playera del Instituto Tecnológico de Querétaro, por lo que ella se levantó a pocas horas del amanecer a lavar la prenda, para poder sumarse a esta gran labor humanitaria.
Las tres chicas María de Jesús, Arely Patricia y Karina Castillo siguen tocando timbres, pidiendo la solidaridad de los queretanos, para ayudar a los mexicanos que pasan por malos momentos y que hoy necesitan de todos.