La maestra Epifanía Chávez Suárez lleva 37 años dentro del sistema educativo del estado, pero reconoce que actualmente vive su etapa más complicada como directora de la Escuela Primaria Juan Aldama, que se ubica en la calle Fray Juan Maldonado, en la colonia Fundadores del municipio de Querétaro, un puesto que ejerce desde hace cuatro años y medio.
Se describe cansada y desgastada por la situación que atraviesa, pues desde el 16 de mayo fue relevada de sus funciones, no percibe su sueldo completo, ha visitado constantemente a autoridades de la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el estado (Usebeq) y del respectivo sindicato en busca de respuestas, además de que ha recibido acusaciones falsas de algunos padres de familia sobre su gestión, que incluyen el robo de recursos y material, algo que niega categóricamente.
El viernes 14 de octubre, llegó a su casa un escrito de la Usebeq en el que le indican que debe reincorporarse a sus labores en la primaria a partir del 17 de octubre. Meses antes, el 16 de mayo, recibió un documento, el oficio número 83/15-16, donde se le notificó lo siguiente:
“El que suscribe, C. Prof. Rogelio Morales Sánchez, supervisor de la zona escolar 45, dispone que a partir de ésta fecha y hasta nuevo aviso, queda relevada de sus funciones como directora de la escuela por presentar diversas regularidades en su desempeño directivo, por desacato a la autoridad y por incumplimiento de obligaciones inherentes a su función, las cuales han generado un clima de incertidumbre y de no sana convivencia entre docentes y padres de familia y entre los mismos alumnos, por lo que es conveniente que a partir de esta fecha deje sus funciones de dirección en la escuela que actualmente dirige. En el entendido de que podrá presentar las pruebas que a su juicio considere convenientes para su defensa”, se lee.
Sin embargo, casi cinco meses después, recibió el oficio 83/2015-2016, firmado por la directora de Educación Primaria de la Usebeq, la maestra Irma Concepción Pérez; aunque en el transcurso de este tiempo también hubo otro tipo de irregularidades.
“A mí me dan un documento en el que me retiran de mis labores el 16 de mayo y me lo dan por incumplimiento a mis funciones, pero no me especifican en qué, que es lo que he pedido desde ese entonces. Pero al otro día, el 17 de mayo a las 14:22 horas, me entregan una amonestación supuestamente por desacato e incumplimiento de mi función, un documento que venía con la misma fecha que el anterior. Hasta la fecha nadie me ha dado una explicación del porqué se me acusa y de cuál documento fue primero. El oficio viene marcado con el número 84/2015-2016”, explica.
“Tanto Alfredo Botello [secretario de Educación], como Enrique de Echávarri Lary [coordinador de la Usebeq], Margarito Medina Noyola [subcoordinador de Gestión Educativa] y hasta en el sindicato, el secretario general Maurino Morales García, todos dijeron que esto era una injusticia porque primero se investiga y luego me hubieran quitado de mis funciones pero aquí sucedió que primero me retiran y después investigan. Aparte de que no fue correcto sacarme de mi lugar de trabajo. El ingeniero Echávarri como el secretario del sindicato afirmaron que no era correcto ponerme a disposición; sin embargo, esto lo han dejado crecer”, dice.
Busca limpiar su nombre
El interés de la maestra ante ésta situación es limpiar su nombre. En entrevista con esta casa editorial afirma que no es justo todo lo que le está pasando, pues incluso ha sido expuesta en medios de comunicación y recibió mensajes de un sector de padres de familia de la escuela con amenazas sobre su recibimiento, el día que tenía presentarse a laborar tras recibir el documento de su reinstalación.
Los mensajes, que constató el equipo de EL UNIVERSAL Querétaro, decían que la recibirán a huevazos. Ante el riesgo que implicaba su presentación, la maestra no se presentó “porque las condiciones no eran las adecuadas, yo le dije a la Usebeq que era riesgoso asistir”.
En enero 21 de este año, los padres inconformes fueron a la estación de radio Integra, ahora desaparecida, donde expresaron su denuncia por “malos tratos de parte de la directora Epifanía Chávez a los alumnos, indicaron que pese a tener buenos resultados en el ámbito académico, hay cuestiones de administración que no permiten el buen funcionamiento de la escuela. Entre ellas señaló que no cuentan con intendente, imposición para la compra de nuevos uniformes y su interferencia dentro del comité de padres”, se lee en la nota informativa que recoge una entrevista con Margarito Medina Noyola, coordinador de Gestión Educativa, quien argumentó que entablarían diálogo con todas las partes, pero el día siguiente se publicó que ya se había establecido un nuevo comité de padres de familia.
Ante la situación de los uniformes, la maestra asegura tener documentos que prueban que no se involucró. “También me dijeron que tenía un problema con la cooperativa, me mandaron llamar a la supervisión de Usebeq, porque había una situación irregular. En la cooperativa hay una maestra que es secretaria, otra tesorera y una presidenta y la directora no toca para nada el dinero. Cuando yo hacía compras de algo que se necesitaba siempre me llevé a una o dos maestras y se comprobaron los gastos. Yo sé que no me puedo involucrar en esto”, indica.
Es un problema que se remite al 2015. Se abrió una investigación por parte de Usebeq, que derivó en un documento donde se resolvía que no se encontró nada en contra de la maestra y todo volvió a una supuesta normalidad. Sin embargo, los padres de familia inconformes, con los que pudo platicar el equipo de reporteros de este periódico, todavía argumentan que todo se detonó por los nuevos uniformes.
Unos padres apoyan
El pasado 12 de octubre se entregó a la Usebeq un documento, hecho a mano y firmado por cuatro integrantes de los comités de padres y participación social, quienes no firmaron de recibido, dirigido a Irma Concepción Pérez Mendoza, José Luis Albino Aguilar Minor y Margarito Medina Noyola, todos con cargos dentro de la USEBEQ. En el texto, califican como “caótica e insostenible” la situación que se vive en la escuela “desde hace ya tres ciclos escolares”.
Argumentan que la institución educativa “no sólo ha ignorado la situación, sino que también han permitido y solapado injusticias, difamaciones y agresiones no sólo en contra de la directora del plantel, sino también en contra de integrantes de ambos comités; con su omisión provocan y son los causantes de constantes enfrentamientos, pues no ponen orden a los maestros que hacen lo que quieren de la escuela y de nuestros niños”, se lee.
Se incluyen nombres y antecedentes de la problemática, además hacen énfasis en el hecho de que “los maestros se empoderaron de la escuela y el primer día de clases del actual ciclo, junto a los padres conflictivos y agresivos y la supuesta nueva directora, cerraron el acceso al plantel y no permitieron el ingreso de los niños, violentando así su derecho a la educación”.
En el escrito hacen responsables directos a Irma Concepción Pérez Mendoza, José Luis Albino Aguilar Minor y Margarito Medina Noyola, de cualquier agresión que se presente contra los comités involucrados y cualquier accidente mínimo o grave al interior de la escuela.
La problemática generó que Epifanía valore la opción de jubilarse, que externó a las autoridades de la Usebeq, pero tendrá que esperar un año para hacerlo conforme marca la ley.
La maestra revela que el pasado viernes, antes de recibir la notificación, sostuvo una reunión con el coordinador general de la Usebeq: “Me puso sobre la mesa tres opciones y me dijo que no tenía más: o se regresa a su escuela, o se va a una escuela en San Pedro Mártir y una en El Tintero, o se va a una en Satélite, a la 16 de septiembre en la mañana y en la tarde no recuerdo qué otra, porque no tuve oportunidad de leerlas. Le dije que a la 16 de septiembre ya me la habían ofrecido y me queda muy lejos, San Pedro Mártir está un poco retirada, acepté El Tintero y creo que si ellos cometieron la injusticia mínimo debe de ser algo que me convenga a mí”.
Entre las pláticas que sostuvo con diversos funcionarios, externó su intención de no volver a la dirección de la primaria Juan Aldama. Con Margarito Medina se propuso mandarla al sindicato, a una comisión, pero no aceptó.
“A raíz de esto me quiero jubilar porque siento que he dado bastante y se me dio una patada con mucha difamación, pero también no quiero mover el dedo del renglón, porque quiero ser un ejemplo para mis compañeros, pues hay muchos compañeros que son acosados y no quiero que ellos se dejen también”, expresa.
Otros están en contra de ella
En la escuela está instalado un grupo de madres de familia que dicen estar ahí para evitar que la maestra ingrese conforme a la orden de la Usebeq. Por seguridad, Epifanía no asistió los primeros tres días; sin embargo, el día 20 de este mes arribó al lugar, pues el secretario general del sindicato, Maurino Morales, confirmó que “si no me presentaba se procedería legalmente contra mí, cuando yo les había avisado que era una situación de riesgo”.
El pasado jueves se presentó y las primeras en no permitirle el paso fueron dos maestras, quienes alentaban a los padres diciendo que si la directora entraba ellas se retiraban. “Les hice la observación de que son servidores públicos y profesionales, pero una maestra empezó a sacar a los pocos alumnos que habían entrado y se meten cuando corroboro que esté el padre de familia, pero las señoras que las apoyan me impiden el paso y me hice a un lado, contesté algunas preguntas y recibí difamaciones. Me comunicó a Usebeq, al sindicato y a la coordinación, pero no hubo respuesta. Tiempo después llegó el personal de Usebeq y la supervisora, pero no me toman en cuenta y me retiró aproximadamente a la una de la tarde”.
Claudia Guzmán, una de las madres que tiene a su hija en segundo y a su hijo en sexto año, compartió que algunos inconformes son personas que antes estuvieron en los comités de padres, ellos fueron ante la Usebeq para acusar a la maestra porque se manejaba de una forma inadecuada estos grupos. Hace un año, los maestros también comenzaron a llevar sus quejas a la Usebeq y se empezó un proceso jurídico contra ella, que derivó en su salida.
“Nosotros dijímos en Usebeq que el proceso está bien, que siga, pero a ella ya no la queremos en la escuela, pero ella sigue viniendo para decir que es su escuela, que tiene derechos y no sé qué. Desde el lunes se tuvo que presentar, hemos estado aquí para evitar que ingrese cuando llegue, porque no la queremos aquí”, expresó, al tiempo de decir que aunque existiera un documento donde se restablece a la maestra en su puesto, las madres no lo aceptarían ni están dispuestas a establecer un diálogo con ella.
La autoridad
El equipo de reporteros buscó al coordinador general de la Usebeq, Enrique Echávarri Lary: “Nosotros recibimos un reporte e hicimos una investigación, si existen algunas fallas pero no son graves, por lo que restituimos a la directora en su lugar e invitamos a los padres de familia para hacer una comunidad educativa, para trabajar bien necesitamos que trabajen todos, padres, directores, alumnos y maestros, nosotros seguimos trabajando en el afán de que se normalice. Está quedando en segundo término el servicio educativo de los niños.”
“He atendido a padres de familia que están a favor y en contra, de las dos partes, y todos se les ha dicho que esto no se trata de quitar o mover gente, se trata de que trabajemos juntos, que reconozcamos donde están las fallas y que todos cooperemos para resolverlos. Sabemos que se le está negando el paso, seguimos trabajando en eso, lo que tenemos que privilegiar es el servicio educativo y tendremos que esperar cómo nos va en estos próximos días y ver si necesitamos tomar una decisión diferente”, explica.
En 2015, la escuela se volvió de tiempo completo, por lo que reciben 90 mil pesos cada ciclo escolar. Las madres inconformes aseguran que Epifanía no comprobó en qué gastó el recurso, la maestra asegura que los documentos están para avalarla.
También se buscó la versión de los maestros, pero no quisieron contestar.