“Yo nací para ser médico”, dice contundente Juan Manuel Sandoval Cuéllar, jefe del departamento de Trasplantes del Hospital General de Querétaro, quien suma más de 35 años de carrera médica.
Nació en Querétaro hace 58 años. Cuenta para este diario que desde muy pequeño supo que quería dedicarse a la medicina a pesar de que su familia no contaba con las posibilidades económicas para hacer frente a los fuertes gastos que representaba estudiar esta profesión. Cursó la carrera de Medicina en la Universidad Michoacana, ubicada en la ciudad de Morelia, ya que en ese entonces no existía la carrera en el estado de Querétaro.
Se graduó en 1981 y de inmediato se trasladó a la Ciudad de México para preparase como médico cirujano especializado en trasplante renal. Después de cuatro años regresó a la ciudad de Querétaro, en donde se integró al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ahí se desempeñó como jefe de Servicios, jefe de Enseñanza y durante muchos años como subdirector del turno nocturno. Posteriormente a esto se incorporó al Hospital General de Querétaro, en donde trabaja desde hace más de 20 años.
Fue parte del equipo que logró realizar el primer trasplante de riñón y hace poco el responsable de llevar a cabo el primer trasplante de hígado en el estado. Esta operación es una de las más difíciles que hay y que se realiza en pocos lugares; dentro del sector Salud sólo se lleva a cabo en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, en la Ciudad de México y desde julio pasado también en Querétaro.
“Tenemos el primer lugar nacional en procuración de hueso y tejido musculo-esquelético, ya no tenemos pacientes en espera de trasplante de córnea. Somos un banco de córneas y podemos dar córneas a los hospitales privados, incluso fuera de Querétaro”.
Su primer trasplante de riñón lo hizo en 1986. Durante estos más de 30 años de carrera tiene en su haber más de 400 trasplantes de riñón y uno de hígado, por algo es el responsable del área de trasplantes del Hospital General.
Todo esto lo comparte de una forma serena y sencilla; y es que tal parece que no olvida su origen humilde, que tiene claro que el contacto y la relación cercana con el paciente es fundamental para desarrollar su profesión. Aunque acepta y lamenta que esto se esté perdiendo poco a poco. “El paciente comienza a ser un expediente, un número y eso no es positivo”.
Este viernes fue uno de los 19 médicos galardonados por su trayectoria y desempeño profesional por parte del gobernador Francisco Domínguez, no obstante, él desea que lo recuerden como un estudiante más de Medicina, ya que no deja de aprender, de sorprenderse y apasionarse, algo que recomienda no dejar de hacer. “Yo les pido a las nuevas generaciones de cualquier profesión o actividad, que lo que hagan lo hagan con mucha pasión”.