El baño para la nueva generación de bomberos fue obligado. Son 15 jóvenes que se unen al Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Querétaro. Acompañados de sus familias, los nuevos tragahumo lucen emocionados, contentos de formar parte de una de las instituciones más queridas y respetadas por la sociedad.
Desde temprano los jóvenes bomberos llegaron a la Estación Central. Sus familias, orgullosas los acompañan. Los bomberos en activo están listos en sus instalaciones.
Representantes de los tres niveles de gobierno se dan cita para la ceremonia que honrará a los valientes vulcanos y donde también se recordará a los que ya no están, así como a quienes cumplen décadas de servicio a la ciudadanía.
La presidenta del Patronato del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado, Karina Castro de Domínguez, es la invitada de honor. También están el delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Manuel López. Asimismo, representantes del gobierno municipal y de la XVII Zona Militar, Isabel Aguilar, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, entre otras personalidades.
Se pide a los asistentes ocupar sus lugares. Familiares y bomberos se disponen a sentarse, los primeros en las sillas dispuestos para el evento, mientras que los tragahumo forman en la zona deportiva de la estación. A un costado de la cancha de basquetbol y del frontón el viejo jeep Willys sostiene un escudo del Cuerpo de Bomberos y tres arreglos florales en color blanco.
La escolta de los bomberos, con sus tradicionales cascos altos y hachas, en lugar de armas, portan el lábaro patrio al cual se le brinda respeto.
Se cumplen 68 años de la fundación del Heroico Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Querétaro. Se entregan reconocimientos por años y guardias nocturnas a los bomberos. Más de seis décadas de existencia de servicio al pueblo queretano.
El capitán Carlos del Valle apunta que “el 22 de agosto es una fecha especial para los bomberos de todo México, especialmente para el cuerpo de bomberos de Querétaro, que está por cumplir 70 años de servicio ininterrumpido a la ciudad, a su zona conurbada”.
A lo largo de este tiempo, apunta, los bomberos han dado servicio de excelencia, con sacrificio, valor y abnegación por parte de sus miembros, indica, al tiempo que agrega que los bomberos arriesgan su vida a diario, en un acto de verdadero amor al prójimo.
“Ser bombero no se resume en apagar un incendio o rescatar a una persona. Es mucho más. Ser bombero implica ser persona integra y con compromiso… quizá no tengamos muchos bomberos, pero contamos con ciudadanos de mentalidad más altruista, donde los valores de respeto, solidaridad y las buenas costumbres siempre estarán presentes”, precisa en su discurso.
Los presentes escuchan atentos el discurso. Del Valle dice que el desafío que tiene el Cuerpo de Bomberos es grande, por el crecimiento de la ciudad.
Se entregan reconocimientos a los bomberos queretanos por sus años de servicio y luego llega uno de los momentos más emotivos: la guardia de honor recordando a los bomberos fallecidos.
Los invitados especiales pasan frente al Willys. La banda de guerra interpreta el toque marcial mientras una sirena suena. Los ojos de muchos de los presentes se humedecen, se llenan de lágrimas al recordar el compañero que ya no está, con quien convivieron durante mucho tiempo, con quien arriesgaron la vida por salvar a otra persona.
Se recuerda el caso de una mujer bombero de Tequisquiapan, quien en días pasados, atendiendo un llamado, sufrió lesiones severas en su cuerpo, y gracias al apoyo de las autoridades estatales y del IMSS, se pudo llevar a la Ciudad de México, donde ya fue dada de alta, luego de estar en terapia intensiva durante 25 días.
En su oportunidad, Karina Castro de Domínguez, dice que es un “orgullo estar, por segundo año consecutivo, siendo madrina de tantos jóvenes ejemplares”. Se dice gustosa de ver las sonrisas y el orgullo en las familias de los bomberos.
“Ayudar al prójimo y proteger la vida, es en pocas palabras, la labor que realiza el heroico cuerpo de bomberos voluntarios de Querétaro, a quien les doy las gracias por luchar cada día. Gracias por entregarse al 100% a este noble causa que tantas vidas ha auxiliado y que, poco a poco, se ha compuesto por almas valientes, por personas altruistas, por mujeres y hombres que esta mañana tienen todo mi reconocimiento”, asevera.
Familiares y bomberos se buscan, se toman fotografías, se felicitan, se abrazan. Los bomberos son padres, esposos, hermanos, abuelos, nietos. Muestran su lado sensible, su lado más humano.
Los bomberos recién graduados, entre ellos cuatro jóvenes mujeres, son invitados a pasar a la cancha de frontón, donde recibirán la bienvenida de sus compañeros de armas.
Antes, la esposa del gobernador posa con ellos para las fotografías. Aparecen los teléfonos celulares, las cámaras. Se pide a los presentes dar unos pasos atrás, para evitar también la mojada.
El agua comienza a salir de la vieja manguera. La presión es controlada, pues de otra manera sería una bienvenida “muy pesada”. Los uniformes color azul marino de los graduados se empapan. Cierran los ojos, otros levantan los brazos, agradeciendo el remojón, pues el calor del mediodía comienza a ser sofocante en el centro de la capital.
Poco a poco la estación va quedando sólo con los bomberos y sus familiares. Por la tarde tendrán una comida en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde seguirán el festejo, a menos que tengan que atender una emergencia, porque para eso siempre están prestos, con el único objetivo de ayudar a sus semejantes.