Uno de los mayores problemas que enfrentan las Pymes actualmente es el largo plazo entre la entrega de su producto y el pago por parte de las grandes empresas, explicó Beatriz Hernández, presidenta de la Asociación de Mipymes Industriales de Querétaro (Amiqro).
Refirió que los largos plazos de pago reducen la liquidez de las empresas y las hacen depender de créditos para la producción. Estimó que más de 50% de las empresas grandes en Querétaro pagan a plazos mayores de 30 días a sus proveedores; la mayoría realiza sus pagos entre 30 y 60 días, aunque hay otras que pueden llegar a pagar hasta 120 días después.
Un plazo de pago a 30 días puede ocurrir cuando se trata de una empresa grande que tiene que realizar varios procesos administrativos, reconoció la presidenta, pero plazos de 45 días o más es un tema de apalancamiento, donde no hay razón para no generar los pagos.
Cuando las grandes empresas pagan a muy largo plazo, éstas se apalancan financiándose de su proveeduría, dijo Hernández al explicar que obtienen un producto que luego venden y después de obtener la ganancia pagan a su proveedor, sin incurrir en gastos reales. El costo es para las Pymes que tienen que producir sin obtener pagos constantes.
Para que la proveeduría local enfrente esta situación ante las compradoras, la presidenta de Amiqro subrayó que existe el factoraje, el cual es un anticipo que otorga la banca, respaldado por una factura que le será pagada a una empresa en el futuro. Sin embargo, al ser un producto bancario involucra el pago de una comisión.
Dijo que en Amiqro las Pymes prefieren pagar la comisión del factoraje que esperar varios meses para cobrar, aunque no consideran que sea justo. El sistema de pagos actual hace que la empresa más débil sea la más castigada.
Internacionalmente, comentó, no se permiten esos plazos largos de pago, pero en México al no haber una regulación se permite cualquier tipo de práctica.
De acuerdo a Juan Diego Gómez, encargado de la Comisión Pyme de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Querétaro, desde el año pasado la práctica de pagar hasta 120 días después de la entrega ha incrementado en Querétaro.
“Uno de los principales problemas de por qué no se pueden integrar las Pymes a las cadenas de proveedores de las grandes empresas es por pagos: no tienen ni el dinero para producir lo que les piden, menos para esperarse 120 días sin haber cobrado un peso”, dijo.
En España la Ley de Morosidad, que impide el pago a proveedores luego de 60 días, fue promulgada en 2010. Se dio un tiempo de transición cada año, pasando a 85 días límite en 2011, 75 en 2012 y 60 días en 2013, año en que la Unión Europea realizó diferentes leyes con similares medidas.
En Estados Unidos cada estado tiene su propia ley de pago a tiempo (Promt Payment Law), en la cual se estipula, generalmente, que los pagos a proveedores deben de ser realizados antes de 45 días.