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El obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, dijo que se buscará el acercamiento con la familia de la niña Dulce Cecilia, violada y asesinada por su primo, para brindarles consuelo en estos momentos difíciles, ya sea que él mismo lo haga en persona o a través de un cura de ese municipio.
Indicó que desde la Iglesia católica se pedirá por el descanso eterno de la niña Dulce Cecilia, de seis años, quien fue ultrajada y asesinada por su primo de 14 años, y cuyo caso conmocionó al municipio de Colón y al estado entero.
“Vamos a pedir por la niña Dulce que ha fallecido, por la familia que sin duda sufre, es un hecho trágico para la humanidad y para Querétaro, especialmente para ese municipio [Colón] y para las personas conocidas que al final de cuentas se han desviado o han errado su proceder, pues lamentablemente el resultado es la muerte de una menor inocente”, indicó.
El obispo señaló que una vez se tenga la oportunidad de estar con la familia se le acompañará, ya sea que lo haga él personalmente o a través de un sacerdote de la comunidad, con la intención de brindar consuelo espiritual a los deudos de la menor.
Como se recordará, en un inicio se dijo que se había visto a un hombre rondando la comunidad de El Blanco, en Colón, dándose a conocer un retrato hablado, pero el hallazgo del cuerpo de la menor y las sospechas sobre su familiar, derivaron en el conocimiento de la verdad. Incluso, los padres del menor asesino participaron en el encubrimiento del crimen.
El hecho ha despertado el debate sobre la necesidad de juzgar a menores como adultos en ciertos casos, así como aumentar las penas carcelarias. Tal fue el caso de Alejandra Lazo, quien preside la organización Corazones Mágicos, especializada en la atención a menores que han sufrido abuso sexual, quien se manifestó a favor de aumentar las penas contra estos adolescentes, pero acompañadas de programa de apoyo, para evitar que cumpliendo sus condenas, estos reincidan.
Por otro lado, Armendáriz Jiménez exhortó a la feligresía católica, en esta Semana Santa, a vivir su fe y a ser coherentes con la misma.
Precisó que la llamada Semana Mayor es una ocasión para estar con los seres queridos, de estar en paz y vivirla de manera relajada, pero también en reflexión desde la fe católica.
“Es una semana de paz, de tranquilidad, es una semana de familia y la mejor manera de vivir los días santos es con la familia”, subrayó.
