Mantener limpio y sedoso el pelo de Lorenzo cuesta 6 mil pesos al mes. El dinero se va en tratamientos capilares y otros cuidados de belleza, es un animal afortunado por vivir con tantos lujos, tomando en cuenta que es un perro, un cachorro shih tzu con apenas un año de edad.
Su dueños, Tere Ponce y Federico Mercado, consideran que cada peso invertido vale la pena, todo con tal de presumir a Lorenzo en las pasarelas y mostrar a los jueces su raza pura.
“Para esta clase de raza se necesita un trabajo previo, primero es cuidar el pelo [del animal], se le llama cultivar el pelo, se debe cultivar para que crezca fuerte, que no se troce, que tenga las características necesarias para competir y que tenga el largo correcto; este es un shih tzu, desde temprano empezamos a bañarlo, que vaya al baño, que se acostumbre al lugar porque es pesado para ellos competir, aparte se les hace un trabajo previo de que tienen que tener una obediencia en pista, cierta conducta para que sea aceptable.
“Mantener un perro en estas condiciones es caro, tan sólo este trabajo que hacemos con él [nos gastamos] una mensualidad de 6 mil pesos y eso es barato, cuidamos que sean productos, de buena calidad porque tienes que estar protegiendo el pelo, ponerle tratamientos y eso es cada tercer día, si no se maltrata”, explica.
Federico Mercado es adiestrador de perros y es el manejador de Lorenzo, año con año participa en exposiciones y competencias de belleza canina. Este año compitió con su perro Lorenzo en la Expocan, en Querétaro, pero en ocasiones anteriores lo ha hecho con otros de sus perros.
Él se encarga de adiestrarlos, mostrarles cómo caminar y en qué postura echarse, su esposa Tere se encarga de lo estético, lava, plancha y corta las melenas, mientras el pura sangre hace lo suyo: lucir.
“Él participa en competencias de belleza, los jueces toman en cuenta la actitud del animal, que cumpla con las características y el estándar establecido de acuerdo a su raza, él tiene pedigree, es raza pura, califican el tamaño de su mordida, su espalda recta, el alto y el ancho, revisan que esté dentro de las características de sus raza”, comenta Tere Ponce, que junto con su esposo y su perro Lorenzo, viajaron de León a Querétaro para participar en la competencia.
Lorenzo espera paciente a que comience el concurso, parado en cuatro patas, jadeando levemente, mientras su dueña cepilla y plancha su pelo; ya le han limado las uñas y lo han refrescado previamente con un baño.
Uno de los pasillos del Querétaro Centro de Congresos se convierte en un enorme camerino; en el lugar, decenas de concursantes cuidan hasta el más mínimo detalle a fin de que los caninos estén impecables.
Del otro lado del camerino, un enorme sultán de 70 kilos también espera que la competencia inicie, él ya está listo y muestra a sus competidores de qué está hecho. Este San Bernardo de pelo largo tricolor ya ha sido campeón nacional e internacional en tres ocasiones.
Aunque los asistentes a la Expocan están acostumbrados a ver perros por doquier, el San Bernardo de nombre Negro y dos años de edad los impresiona, se roba todas las miradas, las personas no pueden evitar acercarse, darle unas palmaditas en la cabeza, acariciarlo y tomarse una foto con él.
A su lado, su adiestrador Uriel Romero Rangel supervisa que el público no fastidie al animal, como si fuera su guardaespaldas. Explica que los jueces no califican sólo la apariencia del perro, sino también lo saludable que esté.
“Que un perro llegue a ser campeón depende de los cuidados físicos y de que el animal esté sano, en estas competencias juzgan movimientos, color de ojos, expresión y que el perro venga en buenas condiciones. Los perros pueden competir hasta que sean veteranos siempre y cuando tenga la capacidad para seguir compitiendo”, detalla el entrenador.
En sus 26 años como adiestrador de caninos, Uriel ya ha identificado cuál es el principal consejo que debe darle a los dueños de los competidores, “no dejar que ningún entrenador maltrate al animal”, explica.
“El consejo sería que dejen a sus animales en buenas manos, que los dejen con alguien que ame los perros, si no le gustan los animales, mejor que ni lo intenten, hemos sabido de casos de personas que les pegan a los perros, se desesperan y quieren entrenarlos con el maltrato y así no tiene caso, tratamos de que los perros en todo momento sean como un miembro más de la familia.
“En los entrenamientos el perro debe tener sus horas de comida, hacer ejercicio, bañarlo, cepillarlo y todo eso debe hacerse con gusto”, comenta.
Al interior de la expo, los jueces comienzan a ocupar sus lugares, el staff despeja la pasarela, todos toman sus lugares y alistan los celulares. Va a comenzar la pasarela de bellezas.
GR