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A través de juegos y orientaciones didácticas, estudiantes de quinto y sexto grado de primaria forman y dirigen empresas. De esta manera se involucran en los procesos de producción y comercialización, elementos con los cuales adquieren una cultura emprendedora, que se complementa con conocimientos en materia financiera.
El programa denominado “Mi Primera Empresa, emprender jugando” es implementado desde hace ocho años por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con apoyo de la Fundación Educación Superior Empresa (Fese) y Grupo Citibanamex, institución que aporta el capital semilla para que los pequeños empresarios inicien su producción y hagan crecer dicho recurso.
El coordinador del Centro de Negocios de la UAQ y de la incubadora de empresas que opera esta institución (Incubaq), Eduardo Vázquez López, dijo que el objetivo de este programa es impulsar la cultura emprendedora en los distintos niveles escolares, que va desde edades tempranas, medias y avanzadas.
“Mi Primera Empresa, emprender jugando” se encuentra enfocado a niños que estudian el quinto y sexto grado de primaria y se viene trabajando desde hace ocho años, a través de escuelas que permiten a la UAQ tener el contacto directo con los niños, a los cuales se les capacita a través de un modelo empresarial que va dirigido a personas con una edad que fluctúa entre los 10 y 12 años de edad.
Con este modelo, los niños forman sus empresas con una estructura organizacional, de tal manera que ellos generan un producto específico y después lo comercializan; pero, antes, reciben mil 500 pesos, que es el capital semilla que les aporta Citibanamex.
El programa “Mi primera empresa” tienen una duración de seis meses y se encuentra bajo la coordinación María Luisa Balderas Escamilla, quien además es la coordinadora de Becas y Bienestar Universitario de la UAQ en el campus San Juan del Río.
Cada empresa infantil tiene un tutor, quien es un estudiante de la UAQ y que a su vez absorbe a un equipo de aproximadamente 13 niños.
El pequeño recurso que reciben les permite a los pequeños comprar las materias primeras con la que elaboran sus productos, los cuales se comercializan en la escuela en donde estudian y en exposiciones como la del Mercadito Universitario, que se instala los sábados en la explanada de Rectoría de la UAQ y a donde ayer asistieron.
La metodología con la que se trabaja, les permite a los niños participantes en este proyecto recuperar la inversión inicial, que se hace con el fondeo del capital semilla; aprenden a manejar los excedentes y, cuando tienen rendimientos, les da la oportunidad de hacer donativos a la institución a la que pertenecen, “nunca en efectivo, sino en especie, es decir, de la ganancia que se tienen compran una bocina, una computadora o cualquier otra cosa que le haga falta a la institución”.
“Ellos aprenden a empoderarse de sus empresas, a grado tal que fungen como los directores de las empresas, gerentes de plantas, los contadores, gerentes de ventas o de producción. Lo más importante es que recuperan lo que invierten, además de que están conscientes de cumplir responsabilidades sociales como pagar impuestos, generar empleos. Pues la cultura emprendedora es mirar al futuro no sólo buscar emplearse sino también para emplear a otros, es decir, generar empleos”, dijo.
Anualmente, cada escuela participante en el programa elige a los niños y, después de una capacitación en materia de negocios, inventan su propia marca, la imagen, el producto que elaborarán, trabajan en equipo y salen a diferentes sitios a comercializar lo que hicieron.
Ayer, en el Mercadito Universitario, se presentaron seis empresas de la Escuela Primaria Camerino García Mejía, que se ubica en el municipio de San Juan del Río; aunque en total se suman ocho instituciones en todo el estado.
Las empresas infantiles que ayer exhibieron y comercializaron sus productos en el Mercadito Universitario son: Manos a la Obra, Manos al Cartón; Empresa Cooperativa Manualidades; Changos Simpáticos; La Casita de los Niños; De Tin Marin, y Owar Board Box.
A través de este programa, dijo, la UAQ cumple con su misión de fomentar la educación, investigación y extensión: “Se da enseñanza para formar empresas en edades tempranas y fuera del aula universitaria”.
La responsable del proyecto, María Luisa Balderas Escamilla, explicó que se escogió a la Escuela Primaria Camerino García Mejía debido a su cercanía con el campus de la UAQ en dicha ciudad, lo que facilita que los estudiantes de la universidad, que fungen como tutores, no tengan problemas de traslado.
El programa cerrará el 6 de abril próximo y la propuesta de Citibanemex en educación financiera es darle una continuidad a las empresas infantiles ya formadas, para ver si después de un año se dejó sembrada la semilla del emprendimiento y, también, si aprendieron a ahorrar y trabajar en equipo.
Una parte importante de la materia prima que se utiliza para fabricar los diferentes productos son materiales reciclados, como latas de atún, palos de paleta, porta velas, especieros; “aunque también se usa materiales nuevos”.
“En este trabajo que se hace, los tutores universitarios son quienes supervisan que los niños pinten los palitos, adornen las velas, cortan algunos materiales y están al pendiente de que no se vayan a cortar o quemar. Lo más importante es que a los niños no se les pide dinero”.
A nivel formativo, después de participar en este programa, enfatizó que los niños aprenden a conocer cómo se trabaja el dinero y para qué sirve el ahorro.
La representante de la Fese, Francisca Bautista López, señaló que este programa se generó a nivel nacional desde 2009 y, desde entonces, únicamente en Querétaro se ha trabajado con la UAQ, institución que, por medio de sus estudiantes que prestan servicio social, realizan el trabajo de emprendimiento con alumnos de educación básica.
“Lo que se busca es que conozcan cómo se forma una empresa mediante actividades lúdicas y los jóvenes universitarios son quienes asesoran a estos niños de quinto y sexto grado de primaria”, sostuvo.
A nivel nacional, desde el 2009 a la fecha, se tiene la participación de más de 200 escuelas primarias, con la participación de 18 mil niños; además, se ha contado con participación de 73 instituciones de educación superior.