Al ver que el negocio de la tuna va en picada, Salvador ha optado por diversificar sus sembradíos de nopal y ha comenzado a plantar magueyes de agave.
“Si en un futuro sigue mal lo de la tuna voy a tener que quitar el nopal pero quiero ya ir avanzando en lo de los magueyes. Yo creo que como buen ranchero hay que buscarle de todas formas, y el maguey hay veces que funciona muy bien”, refiere.
Pacheco ya ha tenido algunas experiencias y fracasos con el maguey. Hace tiempo sembró más de 10 mil plantas de agave y se encontró con que el precio del mismo era bajo cuando las matas estaban listas para cosecharse.
Confía en que no le pase lo mismo, pues de aquella experiencia aprendió que para cachar un buen mercado se necesita tener una producción constante y no nada más en una temporada.
“Le estoy tirando a sembrar cuatro o cinco mil plantas cada año para poder tenerlo en escalas; así cuando empiece a cosechar, en cinco o seis años, cada año se va a poder cosechar. Es a lo que ahorita le estoy tirando. A lo mejor me toca un año malo pero otro bueno.”
Otra cosa a la cual Salvador le ha apostado es a la venta del nopal como verdura, un negocio que en el sexenio de Vicente Fox le funcionó muy bien.
El productor refiere que durante el gobierno de Vicente Fox pudo vender mucho nopal en Guanajuato, a entre dos y tres pesos por planta.
“Ahí es en donde está el negocio pero se acabaron los programas”, comenta.
De acuerdo con el Atlas Agroalimentario 2015, en lo que se refiere a la producción de nopal México tiene una balanza comercial superavitaria con exportaciones por más de 33 mil toneladas, al cierre de 2014.
En el año en cuestión la exportación de nopal permitió el ingreso de divisas equivalentes a 9.4 millones de dólares, siendo Estados Unidos el principal destino de las exportaciones de esta planta.
Las principales entidades productoras de nopal en México son Morelos, el Distrito Federal, el Estado de México, Jalisco y Baja California.