El historiador y escritor, Enrique Krauze, advirtió una gran polarización política en el país que incluso, gane quien gane la Presidencia de la República el próximo 1 de julio, deberá hacer un llamado a la reconciliación nacional.
En el marco del desayuno informativo de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), advirtió que su preocupación de cara a estas elecciones gira en torno a la pérdida de las libertades, las instituciones y las leyes; también en que esa división de opiniones, que hoy sólo se muestra en redes, migre a las calles.
“Yo espero que el Presidente próximo llame desde el 2 de julio a la reconciliación nacional; no al amor y paz, a la reconciliación a través del respeto y la tolerancia, se respetará a quien opina distinto, no se perseguirá al que opina distinto, respetarán las leyes, las instituciones, pero sobre todo la libertad”.
En este contexto, Krauze agregó su repudio a las campañas de división y a aquellos que “asesinan” a los detractores de una u otra ideología en redes. Donde más se ha mostrado esta diferencia de ideas, ya sea por un partido o por otro, consideró, es en el mundo digital, en donde espera se contenga.
El director de Letras Libres opinó sobre la democracia electoral mexicana, a la cual consideró como una “obra negra” sobre la cual los mexicanos pueden trabajar: destruyéndola o siguiendo su construcción.
Agregó que si bien la democracia está distorsionada, hoy, a diferencia del pasado (cuando el presidente en turno elegía a su sucesor), los ciudadanos tienen la posibilidad de decidir sobre su voto: si lo venden o no.
Ante socios de la Coparmex, políticos y medios de comunicación, el literato señaló que desde los 22 años ha sido un crítico del los gobiernos del Revolucionario Institucional, también de los dos presidentes de la alternancia, Vicente Fox y Felipe Calderón.
En ese sentido, sostuvo que Fox fue un presidente frívolo que se olvidó de gobernar, traicionó el mandato presidencial y prefirió navegar con tranquilidad frente a temas como la corrupción. Sobre Calderón, consideró que si bien no navegó con tranquilidad como su antecesor, sí fue adyacente con los designios de Estados Unidos, país al que señaló como el principal responsable de la violencia que se vive en México porque “nos compran la droga y nos venden las armas”.
Sobre la administración que encabeza Enrique Peña Nieto, opinó que los errores que ha cometido han sido históricos y que su sexenio terminó en el año 2014 con el escándalo de La Casa Blanca.
Por lo anterior, anticipó que la única previsión que puede hacer sobre el futuro de México es que debe ponerse especial cuidado en que la persona que ascienda al poder, lo ejerza respetando las instituciones, las leyes y las libertades.
Advirtió que si llega quien encabeza las encuestas (Andrés Manuel López Obrador) y quiere echar para abajo las reformas educativas, energética, y detener el proyecto del aeropuerto, tendrá el derecho de hacerlo; siempre y cuando lo haga en el marco de las instituciones autónomas, las leyes y respetando la libertad de expresión.