Una fiesta de culturas, de formas de ver la vida, comidas, vestidos, tradiciones y costumbres se pueden apreciar en el décimo Festival de las Comunidades Extranjeras en Querétaro, que se realiza en el Estadio Corregidora.
El evento, inaugurado la víspera, se divide por continentes, donde se puede conocer más sobre las tradiciones de los 74 países participantes.
El visitante puede conocer un poco de la cultura de cada nación, platicar con ciudadanos de aquellos países y conocer más de su comida, cultura, tradiciones e idioma.
En la sección Europa destacan los stands de Irlanda, con su tradicional color verde y su algarabía, en parte provocada por la cerveza.
Los alemanes, con su seriedad y buenos modales, reciben a los visitantes al primer día de evento, con la venta de salchichas y cervezas, servidas por rubias sonrientes.
En el stand de Rusia, se aglomeró la gente para ver a las atractivas rusas que respondían las preguntas de los asistentes
En el pabellón de África, Tanzania y Marruecos son los países que más llaman la atención; el primero por lo colorido de sus productos y por el masái que baila música de su país y vende en discos compactos por 20 pesos.
Marruecos llama la atención por los marroquíes que cantan, bailan y fuman de sus pipas tradicionales, mientras muestran réplicas de armas de fuego antiguas, originarias de su país.
De Asia, el continente más diverso, destacan los stands de Líbano, Palestina, Siria, Irak, Tailandia, Corea del Sur, Japón e India.
El atractivo Egipto con su cultura de más de cinco mil años, representada por sus pirámides, cuenta con admiradores de todas las edades; llama la atención de grandes y pequeños una momia, con quien se toman fotos. La ropa para mujeres, en colores verde, guinda, amarillo, azul, con detalles en dorado es vista con curiosidad.
El stand de India y Nepal, distinguidos con sus tradiciones e historias ancestrales son rodeados por los paseantes que preguntan los precios de los productos y la comida que exhiben.
Decepciona, en buena medida, Japón, nación con una cultura milenaria, que presenta en su stand personajes de anime y videojuegos, como Pokemón y Mario Bros, entre otros, además algunos de los que atienden no tienen apariencia de nipones.
Caso similar en el pabellón de Estados Unidos que luce solitario. El puesto está decorado con súper héroes y personajes de Disney. El contraste con los stands de los países orientales es radical, en éstos las tradiciones de siglos se exhiben de manera orgullosa, mostrando las raíces ancestrales de pueblos que surgieron donde nació la civilización, donde se fundaron las primeras culturas de la humanidad, como Mesopotamia y Egipto.
En el pabellón de América destacan los stands de Brasil y Argentina, que son los más visitados. El carioca por la música y la mujer que baila con una enorme falta azul y oro. Mientras que los argentinos portan la camiseta de su selección de fútbol, con sus colores azul y blanco.
Además, Argentina vende cerveza de la marca más conocida de aquel país, misma que patrocina a su selección de fútbol y está presente en la camiseta del Boca Juniors.
República Dominicana también llama la atención por su música alegre; aquí una mujer de afrodescendiente invita a bailar a quienes se acercan a ver los productos que ofrecen, con ellos danza unos momentos y después deja que continúen su recorrido.
El sitio de Canadá es más “austero”, pese a que tiene venta de cerveza, se ofrece asesoría para obtener la visa de turista, estudiante o residencia temporal; sin embargo, da la sensación de ser una extensión de una oficina consular, con excepción de la bebida, cuya venta termina en punto de las 8 de la noche.
Además los visitantes pueden disfrutar de varios espectáculos que se presentan en el escenario del festival y que muestran, además, las distintas expresiones artísticas de los países participantes.