Aunque existe una regulación para el uso de pesticidas y fertilizantes en la producción agrícola, siguen usándose algunos que dañan a los ecosistemas y a la salud de la población, afirmó el ambientalista Luis Aznar.
“Se siguen utilizando una gran cantidad de químicos para la producción de alimentos, tanto para ganado como para humanos, presentes en la agricultura tradicional de maíz, como en los invernaderos de jitomate, que es en donde más se utilizan. Inclusive, en todos los residuos plásticos que contienen estos químicos no se aplica la normatividad para los lugares donde se dejan”, indicó Aznar, quien también fue consultor en modelo de capacitación al agricultor para implementar las escuelas de campo y reducir el uso y manejo de químicos.
Hay, señaló, toda una normatividad vigente aplicable a nivel federal y hay un marco normativo estatal en la materia; sin embargo, se ha vivido bajo un régimen de mucha corrupción de las instituciones normativas y judiciales, para que esta norma se aplique con el rigor que requiere.
Explicó que los impactos en términos de ecosistemas, en agua y suelos, principalmente, sigue utilizándose con base en la lista del cicoplafest.
Señaló que muchos de los agricultores siguen usando el modelo de la revolución industrial, que es intensificar la agricultura para la producción de alimentos. Dicho modelo mantiene ese uso de químicos.
Otro ejemplo de las afectaciones del uso de estas sustancias, precisó, es el paso de la mariposa monarca, cuyo tránsito tiene miles de años y en diferentes puntos de Querétaro se puede observar la ruta de migración de la especie año con año, bajando a alimentarse y a tomar agua en ciertos puntos.
Sin embargo, el uso de pesticidas “ha mermado a las poblaciones los últimos 20, 30 años, de tal suerte que cuando llegan a hibernar al Estado de México o Michoacán ya llegan muy disminuidas. Este efecto de merma de las poblaciones se debe precisamente a que en su tránsito por todas las regiones de su recorrido hay agricultura con químicos y cuando baja a tomar agua o a depositar sus huevecillos o alimentarse llega a donde hay químicos en la agricultura. Aunque no es polinizador, pero sí se alimenta y cumple con una función ecosistémica”, indicó.
En materia de salud humana, el número de incidencias y reportes en términos de malformaciones de diferentes tipos están asociadas al uso de agroquímicos, ya sea porque están relacionados al trabajo agrícola o a su uso cercano.
“Es muy preocupante que sigamos manteniendo o que la población use químicos en la agricultura, o transformar la actividad a sistemas agroecológicos”, abundó.
Agregó que en la agricultura familiar es muy fácil cambiar a un modelo sustentable, pues basta con darle a los campesinos la información y se le apoya para hacer la conversión.