Los sedantes y relajantes “escasean” ante la pandemia por Covid-19; sin embargo, no se ha llegado al desabasto total, afirmó el secretario de Salud estatal, Julio César Ramírez Argüello.
El funcionario reconoció que la emergencia sanitaria ha generado una escasez mayor de medicamentos de todo tipo, aunque los más demandados son los sedantes para el tratamiento de pacientes que están hospitalizadas por enfermedades respiratorias.
Ramírez Argüello afirmó que cuentan con una coordinación entre instituciones para “prestarse” medicina cuando a alguna es surtida; el año pasado, dijo, los medicamentos que estaban pensados para usarse en un año se acabaron en cuatro meses.
“Entre las instituciones nos hemos estado prestado; estamos al día a día porque no hay producción suficiente; lo que se tenía contemplado el año pasado nos lo acabamos en cuatro meses, [cuando se supone] que era para un año, las farmacéuticas no tenían contemplado esto, tenemos un plan A, B y C”, mencionó el secretario de Salud.
El funcionario agregó que el sector Salud maneja diferentes medicamentos para tratar síntomas similares, es decir, para el dolor, por ejemplo, cuentan con tres o más claves que ayudan para tratar el mismo padecimiento.
Por ello, reiteró que si se agota un fármaco hacen uso de otro ingrediente activo, de eso se trata tener diferentes planes y escenarios, además de las peticiones constantes que hacen para que la Federación surta lo necesario.
Enfatizó que esta condición está ocurriendo en todo el mundo, pues los laboratorios de las farmacéuticas también están trabajando a un ritmo que sobrepasa la normalidad, por lo que en todos los países los stocks están al límite, es decir, no hay oportunidad de tener un respaldo suficiente.
Máquinas de oxigenación operan al límite. Respecto de la demanda de oxígeno, el secretario informó que no hay escasez, pero sí existe preocupación por la operación de las máquinas, pues están funcionando las 24 horas y hay riesgo de que “truenen”.
Ramírez Argüello mencionó que las instituciones cuentan con el abasto del insumo, por lo que no hay preocupación de que se queden sin oxígeno para el tratamiento de los pacientes que están en áreas no graves y en camas generales.