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Personal del Instituto para la Atención Integral del Niño Quemado lanzará una convocatoria en los próximos meses, para que estudiantes de arquitectura de distintas universidades de Querétaro presenten un proyecto de reactivación del inmueble, abandonado desde hace años.
Gabriela Campos, miembro de dicha asociación civil y encargada del equipo de voluntarios que realiza obras de mantenimiento en el nosocomio, señaló en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro que una vez que se tenga el proyecto ganador, se buscará el apoyo de las empresas, para que a través de donaciones pueden realizar el plan.
“Espero que tengamos todo listo a más tardar en un mes, para lanzar la convocatoria dirigida a estudiantes de arquitectura, buscaremos a estudiantes de todas las universidades de Querétaro. El objetivo es que los jóvenes presenten el proyecto y nos digan qué se requiere para reactivar el hospital, desde cableado, cerraduras, vidrios, tuberías, todo eso que se ha deteriorado con los años o que ha sido robado por personas que ingresan al edificio por las noches”, expuso.
“Desde hace semanas integramos un grupo de voluntarios que poco a poco vamos mejorando el inmueble, pero el trabajo es mucho. El aspecto de las donaciones ha sido lento, los empresarios están inseguros por los recortes anunciados desde el gobierno federal, esperamos que una vez que les presentemos un proyecto más sólido, con la ayuda de los estudiantes, podamos tener mejores resultados”, agregó.
El Hospital del Niño Quemado en Querétaro permanece cerrado desde hace siete años, pues dejó de operar debido a la falta de recursos. Sin embargo, los integrantes del instituto no pierden las esperanzas de reactivar el nosocomio que atendió a miles de niños con quemaduras de primer, segundo y tercer grado.
Campos dijo que el objetivo es conseguir un proyecto que detalle lo necesario para reactivar el hospital, posteriormente conseguir donativos suficientes y reactivar el edificio para brindar atenciones médicas a niños y adolescentes, y no dedicarse únicamente a casos de quemaduras.
Desde que el edificio fue desalojado se han registrado decenas de robos de equipo y materiales almacenados al interior, así como daños en puertas, ventanas, equipo médico y tuberías.
Lilia Cisneros, fundadora del Instituto para la Atención Integral del Niño Quemado, calcula que los daños al edificio superan los 6 millones de pesos.