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Las dos calderas gigantes de Pemex que se dirigen a la refinería de Tula, Hidalgo, transitan por la carretera Querétaro-San Luis Potosí, por lo que la circulación se ve afectada a la altura de la delegación Santa Rosa Jáuregui.
El tránsito en la carretera vial fue lento debido al exceso de dimensiones de estos reactores de alarma presión, sumado a la maniobras que tuvo que hacer el convoy para retirar el trabe de un puente peatonal a la altura de la comunidad de La Luz.
La circulación se vio afectada varias horas, generando larga fila de vehículos que llegaba hasta el parque industrial Querétaro.
El retraso no solo fue por el retiro del puente, sino también por la propia lentitud de las calderas, que requieren equipo especializado para transportarse.
De acuerdo con autoridades locales existe la posibilidad que el convoy continúe su ruta por la carretera 57, ya que hasta el momento no ha solicitado el permiso ante la Comisión de Infraestructura del Estado de Querétaro (CEIQ) para circular por un tramo estatal.
El avance del convoy no estuvo exento de incidentes, ya que un camión de pasajeros se impactó contra uno de los remolques que transportaba las calderas, lo que generó caos adicional, pero no hubo personas lesionadas, aunque contribuyó a las complicaciones viales en la zona.
Las calderas tienen un peso aproximado de 500 toneladas, por lo que la velocidad máxima a la que son transportadas es de 10 kilómetros por hora. Su destino final es la refinería de Tula, Hidalgo, donde su función es procesar el petróleo pesado extraído del Golfo de México.
Al cierre de esta edición las autoridades estatales confirmaron que no había ninguna solicitud para que pudieran pasar por las vías estatales.
Las calderas salieron el pasado 6 de enero de Ciudad Victoria, Tamaulipas, provenientes del puerto de Altamira, ya que fueron fabricadas en el extranjero. Es así que estas gigantes herramientas llevan 9 meses recorriendo el territorio nacional y todavía les faltan alrededor de 163 kilómetros hasta Tula.